Bread and Lamb Soup ~ [Priv. Daria Nephilim]

Había estado toda la mañana con su padre elaborando panes y llevándolos a las diversas residencias para ofrecerlos, había tenido una gratificante mañana al ver que varios le compraban aquel pan recién horneado. Se movilizaba en una bicicleta para ser más rápido al desplazarse de un lugar a otro por toda la ciudad, las calles eran angostas así que no podría usar ni un caballo ni una carreta para transportar el pan que traía dentro de dos sacos blanco de tela gruesa y sujetos con unas cuerdas a su pecho para poderlos transportar sin mucho problema, parecía más un saco de piedras por el peso que traía tras su espalda que un saco de panes, aun así para él no era problema alguno, al contrario era una especie de entrenamiento para fortalecerse y aumentar quizás un poco más su resistencia.

Portaba una camisa blanca con mangas largas y un pantalón de tela gruesa de color azul marino además de unos botines castaño oscuro, en pocas palabras solo una pequeña parte de su brazo mecánico estaba visible más no sus piernas que eran cubiertas en su totalidad por el pantalón. Rokuta vestía de manera cómoda y al parecer no levantaba miradas de curiosos hacía su brazo que se dejaba ver cada que el viento en contra le levantaba un poco las mangas de su camisa, puesto que las personas ya lo conocían. Diariamente se levantaba a las 5:00am para ayudarle a preparar el pan a su padre y comenzar el recorrido para venderlo alrededor de las 8:00am, era un trabajo duro pero era mejor que quedarse en casa sin hacer nada. En momentos de tranquilidad era mejor mantenerse activo de lo contrario perdías condición física y agilidad mental o al menos esa era la manera de pensar del ojidorado.

Al terminar con la última entrega de pan o más bien la última residencia que quiso comprar pan para ese día decidió retirarse las sogas del pecho para colocar los costales de pan en el asiento de su bicicleta, aun le quedaban como tres o cuatro panes en cada costal, a su parecer había vendido mucho esa mañana, el dinero de las ventas lo había guardado en los bolsillos de sus pantalones.

Comenzó a caminar de regreso a su casa pero ahora jalando la bicicleta con una de sus manos del manubrio, por fortuna no era un camino largo, pero debía admitir que era más cómodo caminar que andar en bicicleta de regreso por que el asiento llegaba a molestarle ‘cierta zona’ de su cuerpo si se la pasaba sentado y pedaleando más aun si era un camino empedrado o con pocas superficies planas y lisas. Era toda una tortura para sus ‘gemelos’, pero viendo el lado bueno de las cosas sus muslos e incluso su espalda se fortalecían al hacer aquellas entregas todos los días. A su modo de ver era un pequeño entrenamiento y era bien sabido que en cualquier entrenamiento había sacrificios de tiempo y demás, aunque en su caso suponía que sería su descendencia. En verdad tendría que hacer algo para cambiar ese asiento tan molesto que tenía la bicicleta.

Suspiro ligeramente para luego volver su mirada al frente mientras seguía su recorrido a pie, algo lo detuvo y aquello resulto ser la presencia de algunos compañeros de la legión que aun portaban sus uniformes a pesar de que era un día sin disturbios ni nada parecido en la ciudad, otros llevaban ropa normal y cómoda como él, al final de cuentas era un día bastante tranquilo. Esbozo una pequeña sonrisa mientras se acercaba al lugar, dejó su bicicleta apoyada en la pared de un local para estar más ligero en esos momentos, aun no reconocía a nadie al menos no al escuadrón que estaba por ahí, pero estaba seguro que habría alguien conocido, siempre lo había.

Trabajo, desde la mañana que llevaba trabajando, preferia hacer eso a estar en casa sentada sin hacer nada viendo por la ventana, pero aun asi el trabajo que llevaba haciendo era lo mismo, hacer papeleo, llevando montañas de papeles a las oficinas de los altos mandos o incluso arreglando papeles de la division del capitan Cain, despues de terminar aquel papeleo, el siguiente trabajo habia sido vigilancia en la Muralla Rose, exactamente sobre el distrito de Trost, el turno de la mañana la cual era el mas aburrido, no recordaba cuando habia sido la ultima vez que habia usado uno de los cañones que se ubicaban en aquella muralla, demasiado tiempo diria yo asi que si, la vigilancia habia sido de lo mas aburrida, habia estado caminando por varias horas sola mientras me preguntaba si algo interesante pasaba pero no era asi.



Ese dia habia sido la rutina diaria que sempre tenia, por que no me tomaba descansos?, por que s los tomaba mi padre siempre estaba al pendiente de mi, casi sin dejarme salir de la casa, pero el aburrimiento era demasiado, horas de papeleo y despues mas horas de trabajo vigilando, incluso dentro de esa rutina se encontraban las quejas de Saki, lo aburrido que era ella me lo notificaba no una si no casi cien veces, asi que yo misma me sorprendia al no tener dolores de cabeza.


En ese mismo momento me encontraba caminando en las calles del distrito de Trost solo para volver a casa, era medio dia pero ya habia terminado de trabajar, me encontraba con un pequeño grupo que tambien habia salidod e trabajar a la misma hora que yo, no les conocia, seria por el simple hecho de que al trabajar junto al capitan Cain, nuestros entrenamientos eran diferentes a los demas por eso no conocia a nadie de ahi, unos incluso se habian cambiado de ropa para ya nor portar el uniforme, era algo que no veia necesario, y menos cuando en mi familia llevar el uniforme es importante, *Vamos a regresar a casa tan temprano?, no quieres hacer algo mas emocionante como ir a explorar aqui?*, esa idea provenia de una voz dentro de mi cabeza, Saki ella estaba igual de aburrida que yo y no le culpaba llevaba trabajando del mismo modo casi tres dias seguidos, asi que esa idea de explorar el Distrito de Trost no sonaba tan mal.


Estaba tan entretenida escuchando los planes de saki que apenas y escuchaba las platicas de aquella pequeña muchedumbre de compañeros de la Legion de Reconocimiento, platias normales?, no lo sabia no me interesaba, *Bien Saki...vamos a conocer Trost..o lo que alcansemos a conocer tampoco podemos regresar tan tarde*, aclaraba en mi mente mientras me detenia en seco para ver como aquellos de la Legion ni se percataban de que yo ta no estaba en su grupo, ahora estaba ahi parada en el camino tratando de aprender ese camino para vovler mas tarde, -supongo que salir de la rutina no esta tan mal-, pense en voz alta mientras me quitaba la capucha del uniforme para cerrar los ojos y respirar un poco de aire fresco, sintiendo aquella brisa gentil pasar, -que bien.....me hacia falta esto...-, exclame con felicidad mientras estiraba las manos a los lados, practicamente me sentia como un tipo de zombie que solo trabajaba, regresaba a casa para comer y descansar y despues volver a ir a trabajar.

Al detenerme a respirar aire fresco sentia como la vida me volvia al cuerpo, con tan solo hacer esa pequeña parada para tomar un pequeño descanso me sentia mejor y por supuesto fuera de la rutina, no hacia eso jamas y menos en el Distrito de Trost, pero todo eso se detuvo gracias a una voz que habia mencionado mi nombre, una voz masculina algo que jamas acostumbraba a escuchar a menos que fuera la voz de mi padre pero esta voz tambien sonaba familiar, aunque no le escuchaba tan seguido si le conocia, *Encerio nos teniamos qeu topar con el?*, aquel pensamiento hecho por Saki me hizo afirmar de quien era la voz, tenia tiempo sin verle asi que al abrir mis ojos gire directamente de donde provenia la voz para verle a el.



Rokuta ikagura, de cabello verde-azulado toda una ilucion optica con sus ojos de colro casi dorado acercarse a mi posicion, en verdad que si me sorprendio un poco el verle pero aun asi mostre una leve sonrisa viendo como levantaba su mano para saludarme,
-Hola Rokuta!....-, por un momento me quede extrañada, ya que habia desviado su mirada por un segundo pero habia sido algo repentino, casi volteaba a ver que era lo que el volteo a mirar pero al estar tan cercas no hize accion alguna.



Solo me quede preguntandome que le habia hecho voltear de esa manera tan repentina, pero ahora se mostraba normal sonriendo como la primera vez que le conoci, *Genial ya se saludaron, ahora vamonos si? tenemos todo un distrito que conocer*, otra idea de Saki, la cual me parecia de lo mas grosera, asi que decidi ignorarla como si nada hubiera pasado en mi mente, "Que haces aqui?", eso era lo que estuve apunto de preguntar pero si mal no recordaba el vivia por la zona, o algo por el estilo, asi que esa pregunta estaba descartada.



-Como estas?, ya tenia tiempo sin verte la verdad-, mostre una sonrisa mientras le miraba a los ojos simplemente mostrando formalidad, acercandome para poder hablar sin tener que hablar en voz alta, solo hablar entre lo dos y ya, -pero bueno.....me preguntaba si te volveria a ver, despues de todo no sabia nada de ti, ademas de que el capitan Cain no ha llamado a ninguno de nosotros para nada....por eso mismo vine a Trost.....me canse de no hacer nada...asi que cualquier trabajo que me da un alto mando es bienvenido-, declaraba aun con una sonrisa al mismo tiempo que desviaba los ojos por un minuto para contemplar las calles, nunca me habia tomado el tiempo necesario para conocer todo hasta el dia de hoy, una vez hecho y pensado eso volvi mi mirada hacia rokuta quien seguia enfrente mio.

Ese pequeño momento en que habia disviado mi mirada para ver el distrito fue lo suficientemente rapido solo para percatarme sobre como la mano izquierda de rokuta sostenia mi mano derecha y al verle podia ver sus ojos dorados mirarme a mi, me sentia nerviosa ya que los recuerdos de aquella noche habian vuelto a mi cabeza, como habia tropezado con su ropa y enseguida caer encima suyo con solo una bata de dormir, despues de eso terminar durmiendo en la misma cama y por el ultimo la pregunta que solo habia corrido por mi cabeza una sola vez, pero ahora era mas de diez veces, ¿El si me habia visto en el momento en que me cambie de ropa?, podia sentir mi corazon latir con rapidez.



Habia escuchado su plan pero los nervios no me dejaban contestarle, *Jajajaja ahora si te acuerdas de todos esos momentos vergonzosos?, no crees que ya es demasiado tarde? despues de todo es obvio que si te vio cuando te cambiaste de ropa*, la voz de Saki en mi cabeza me era tan presente que en verdad creia que ella estaba susurrandome al oido todo eso, estaba apunto de sonrojarme?, no lo sabia y si ya tenia la cara roja?, lo unico que pude hacer fue bajar la mirada al piso volviendo a la realidad.


-s...si...me parece una buena idea Rokuta...la verdad es que llevo tres dias haciendo lo mismo y me gustaria salir de la rutina...espero no sea una molestia que me muestres el distrito Trost-, conteste lo mejor que pude no se si rokuta habia notado mi nerviosismo pero queria ocultar ese hecho, ya que Saki si seguia torturandome con esa pregunta, y cada vez comenzaba a creer que si era cierto.



Las palabras de rokuta me dieron un tema del que platicar, el habia estado trabajando, entregando panes que su propio padre habia hecho, asi que levante la mirada aun viendo como mi mano estaba entrelazada con la de rokuta para verle a sus ojos, la curiosidad me habia invadido, -Tu padre hace panes?, y....tu los entregas?-, pregunte con mucha curiosidad ya que jamas habia visto trabajar a un panadero ya que siempre me la pasaba bajo la vigilancia de mi padre o en el trabajo, -No espera....tu tambien concinas no?...digo la ultima vez que....trataste de llamarme la atencion dijiste que podrias prepararme una sopa si te lo pedia....-, sonrei e inconcientemente habia dando un pequeño apreton a la mano de Rokuta, en verdad que si estaba muy curiosa en conocer todo sobre Trost y sobre Rokuta tambien, -Bue....bueno creo que primero damos un paseo no? -, mencione al mismo tiempo que llevaba mi mano izquierda a mi nuca ya que seguro me habia comportado como una niña asi que sentia algo de pena el haberme comportado como una chiquilla curiosa.

El conocer el distrito de trost era para mi muy interesante, por que? simple en sina todo era diferente sin duda este tenia mas vida, se podian ver los trabajadores llendo de un lado a otro y los niños jugar bajo el cuidad de sus madres, a diferencia de sina donde las madre solo se la pasaban dando ordenes a los criados y muy pocas veces salir ademas de que los hombres se la pasaban trabajando todo el dia asi que era raro ver gente en las calles de los distritos de sina, y si habia gente era por que los criados eran quienes hacian los encargos, aqui todos lo hacian ellos mismos, tal vez era eso lo que yo mas apreciaba, no era una inutil como las demas mujeres de mi edad, no era una orgullosa soldado de la Legion de reconocimiento, *La verdad si que me gusta esto...podria acostumbrarme*, saki aprobaba el distrito de trost?, no lo podia creer pensaba que era mucho mas floja que yo pero al parecer no le conocia del todo.


Al momento de parar Rokuta entro en la floreria y yo solamente me quede afuera viendo y oliendo las diferentes clases de flores que habia, unicas y diferentes, al darme cuenta pude ver a Rokuta con su brazo estrachando una flor para regalarmela?, en verdad fue un momento incomodo, era el primero que me regalaba algo asi, pero la flor en verdad era bonita, sentia mis mejillas rojas de la verguenza pero al final termine sonriendo y tomando aquella flor, -Gracis Rokuta...es hermosa-, con eso mismo utilize la flor para amarrarle de tal forma en que terminara encima del broche que sostenia mi capa de la Legion, ahora parecia que esa misma flor sostenia mi prenda ademas de que estaba en mi pecho, apreciaba ese regalo.


*Ja....no es un ...*, El pensamiento de saki fue interrumpido por mi ya que no queria escuchar sus quejas, *Calla......lo que cuenta es la accion*, en verdad que si me gustaba la flor, y aunque me sentia avergonzada me era inevitable sonreir, no me terminaba de explicar como es que Rokuta lograba que me sonrojara tantas veces en un solo dia, sabai que era un poco timida pero solo llegaba a sonrojarme una vez al dia, al lado de el practicamente estaba con las mejillas rojas cada cinco minutos o menos, recordaba cuantas veces me habia hecho sonrojar el en sina, no podia recordar con exactitud.



-En verdad aprecio esta flor Rokuta-, mencionaba mientras me acercaba a darle un beso en la mejilla y dedicarle una sonrisa, -Gracias-, despues de eso esperaba a que el recorrido siguiera la verdad queria conocer mas sobre el y sobre todo tal vez conocer donde vivia, conocer a su padre queria conocer todo eso.

En el momento en que la caminata comenzo de nuevo yo me mantenia al lado de rokuta, apenas y comenzaba a conocer el distrito y no queria ni saber que pasaria si me perdia asi que me convenia concer muy las calles para despues poder pasar sin preocupaciones, entre mas caminabamos mas locales se podia ver, o mas bien negocios los cuales consistian en casi todo ayudar a la comunidad, lavado de ropa e incluso sastrerias eran las mas comunes y al ultimo los pequeños locales de comida que Rokuta antes habia mencionado, en verdad era todo alucinante, era un nuevo mundo casi descnocido para mi y hoy estaba conociendolo al cien por ciento, me la pasaba muy bien viendo a todos lados, una comunidad de lo mas tranquila llena de ciudadanos que trabajaban para ganarse el comida de cada dia, -Si que es muy interesante, nunca habia visto cosas como estas antes-, comentaba algo facinada mientras seguia a Rokuta.



Tras unos pocos minutos parecia que el recorrido se habia acabado ya que enfrente nuestro se podia observar una casa como todas las demas en el distrito de trost, -tu casa sigue siendo tu casa.....mi padre me dijo una vez que....."el castillo de todo hombre...es su hogar, el lugar a donde puede regresar, donde se preocupan por el"-, aclare con una sonrisa mientras le veia tocar la puerta, esperaba que alguien abriera pero no fue asi al contrario Rokuta termino abriendo la puerta con su llave.



Encuanto el me sedio el paso me incline levemente en forma de respeto mientras comenzaba caminar, -Con permiso...y gracis Rokuta eres muy caballeroso-, aclare mientras comenzaba a mirar a todas partes viendo la casa de rokuta, hasta el momento nunca me habia imaginado como seria la casa de rokuta pero hora le veia, y aunque carecia de los lujos como las casas de sina esta tenia su encanto, me agradaba y tal vez era por que me consideraba una mujer simple o tal vez me adaptaba muy rapido, como fuera me agradaba aquella casa.


-vaya, tienes una casa muy bonita rokuta, me gusta-, comentaba mientras seguia mirando alrededor dando unas pequeñas vueltas, *pareces una niña pequeña...conociendo todo....me das vergüenza*, una vez mas Saki se hacia presente, parecia que trataba de decirme que me comportara conforme a mi edad pero no podia, lo unico que me alegraba era que no habia dicho nada insultante a la casa o a rokuta en ese momento, -entonces...cuando no estas en la legion de reconocimiento estas aqui ayudando a tu padre a vender el pan que el hace, tu si que estas ocupado...quisiera yo tener algo que hacer en mi casa-, las ultimas palabras las mencione en un tono de voz muy bajo casi un susurro para mi misma mientras volvia a ver a rokuta.