Juro que no fue por gusto || Daria

Suponiendo que las cosas no habían acabado como ella esperaba y tener que buscar a una de sus compañeras no era de sus grandes ideas, sin duda lo que era en su ser de vagancia nunca la abandonaría en esta vida hasta que un día acabara muerta a manos de un titán. Y en seguida desechó esa idea, totalmente, ¿qué hacía con esas ideas metida en su cabeza cuando aún tenía por disfrutar? Por mucho que estuviera en una jaula, irónicamente la mayoría de personas adoraban esos muros, al menos si hubieran sido forjadas con oro lo entendería. Ahora no alcanzaba a su mente, quizás nadie tenía cordura suficiente y mucho menos valentía, por algo todos optaban por los dos grupos antes que la legión de reconocimiento más conocida por ser suicidas por salir al exterior o eso era antiguamente, habían cesado en esos rumores, no del todo, pero si lo suficiente para que ahora resultara ser adorada. Bufó, a la hora de la verdad nadie se atrevía a quedarse a dar el corazón por la propia humanidad. ¿Para qué entonces elogiar si luego se contradecían con sus actos? Hasta donde llegarían esos cobardes que se escondían del verdadero terror de los titanes esperando que los muros fueran sus salvadores cuando uno cayó y los momentos de desesperación surgieron. Solo que de aquello no recuerdan si no les conviene o es usado en contra de una persona.

Ahogó un suspiro conformándose con hacer una ligera mueca recordando que quedó con verse nuevamente con Daria, uno de sus compañeras de escuadrón, la verdad tenían que comprar no-se-que-cosas asignadas ese día por los demás pero su memoria fallaba para recordar esa conversación en concreto, por lo cual, ¿qué habían mandado específicamente? No era hora de pensar en eso, quizás más adelante, primero tenía que encontrar a su camarada en ese lugar...si supiera por lo menos una pista de donde daría con ella fácilmente en vez de vagar por las calles y mirar bien por cada rincón a ver si reconocía el rostro de la muchacha. Estaría por tirarse de los pelos con solo de imaginarse en esa pobre situación, perdida cual infante en una ciudad sin sus padres, indagando sin mera curiosidad por las calles. Al menos sería bueno disparar una bengala y quizás atraería su atención, excepto, que no era permitido ese artefacto por no crear conmoción entre los pueblerinos. Apretó los dientes dirigiendo la mano a su frente, calmándose y respirando despacio, queriendo mirar lo positivo si lo hallaba.

-¿Por qué aceptamos y no dijimos dónde vernos?-Susurró casi encontrándose rendida ante la situación a pesar que continuaba vagando cual fantasma por todos lados, deteniéndose unos minutos delante de un puestecillo con comida que atrajó la atención de su nariz y estomago notándolo rugir en su interior llevándose la mano instintivamente a esa zona, sin avergonzarse, mirando mas bien con cierta pena.- Bueno...quizás si me quedo aquí no pasará nada...creo.-Ni siquiera sabía si estaba segura de la decisión de parar por la necesidad de llenar el vacío creado marchando a esa dirección, ya después entendería el castigo sobre sus actos, pero antes tendría que ir con energías, ¿verdad? Deseaba creer en que no pasaría nada por quedarse ahí y retomar fuerzas con una especie de almuerzo a la tarde, solo contentaría a su gula, siendo tarde cuando sostenía una pequeña bandeja entre sus manos y una porción de comida que olía muy bien, a veces olvidaba que era un ser humano como todos que caían ante esa tentación tan divina.- Espero que Daria-san me perdone...-Hizo una ligera mueca temiendo en el interior ser retada por alguien que era menor que su persona, y encima, tendría razón. A pesar de tener en cuenta las futuras consecuencias nada la detenía a estar por ahí apoyada mientras comía.- Espero encontrarla después.-Ahora sí que suspiró, dando un repaso por las calles antes de continuar en meterse un cacho a la boca, excepto si no fuera que casi se atragante a dar con la figura de lejos de la chica, sin saber si esconderse y darle una sorpresa o solo dejarse ver.- Ne, ne, al final me encontró ella. -Canturreó emocionalmente feliz, por lo menos, eso significaría no moverse de ahí en un buen rato si conversaban. O eso pensaba.

Ese dia me habia levantado demasiado apurada, inclusive no habia tomado el desayno que acostumbraba con mis padres, estaba montando a Brego haciendole correr a toda prisa pues estaba llegando tarde a la reunion, *como se te pudo olvidar que teniamos una mision saki!!*, gritaba dentro de mi mente mientras cabalgaba a Brego sujetandome con mucha fuerza para no caer, *Que quieres que haga?, sabes que cuando estoy enojada nunca le pongo mucha atencion a las cosas, menos cuando los superiores se quieren pasar de listos escapandose de sus deberes dandonos esos deberes a nosotros, ademas acabo de recordar otra cosa, tendras compañia asi que seguro y nuestra compañera nos da mas informacion*, la tranquilida de Saki a veces si me molestaba solo rezaba por las tres murallas a que aquella compañera perdonara tanto la tardanza como el que me tuviera que explicar la mision de nuevo.



-odio llegar tan tarde y el pobre Brego seguro va a terminar con hambre y muy cansado-, me quejaba en voz alta mientras sentia el viento golpeando mi cara por la velocidad en la que hacia que Brego corriera, pero no podia permitirme llegar tarde a la reunion que seria en el distrito Karanese, para colmar las cosas estaba un pocoalejado, encuanto entre al distrito karanese deje de montar a Brego hasta donde las calles me permitiron puesto que no podia pasar corriendo o seguro y atropeyaria a gente inocente asi que al desmontarle simplemente le jalaba de su correa indicandole que me siguiera masomenos a un paso rapido, -Esta decidido, cada vez que tu tomes el control te voy a interrogar toda la noche Saki-, comente mientras seguia apresurando a Brego alcanzando a divisar una silueta algo conocida pero el uniforme era inconfundible, asi que simplemente sonrei un poco mientras aligeraba el paso ya que estaba en un puesto de comida, habia tardado tanto que mejor se puso a comer?, eso me daba algo de miedo, *Calmate mujer!!, seguro que no tardamos tanto Brego es uno de los mas rapidos que conocemos*

Estaba acostumbrada a esperar, así que realmente no importaba el hecho de que pudiera llegar tarde dando juego a tomarse un ligero desayuno. Recordó las palabras de la mayor Hanji, era cierto que no era de vital importancia que salieran pero sí les mandaba en esa especie de misión para conseguir más instrumental necesario y fundamental en sus experimentos con los posibles titanes que quiera capturar. Al menos esto era mejor que estar encerrada en el cuartel, mirando las musarañas o al techo mismo por horas hasta encontrar algo relativamente interesante en la que fijar su atención. Quizás se debía a su carácter hiperactivo que no podía estarse en un sitio tranquila y sin moverse. Suspiró, llevándose otro trozo a la boca y comer, por lo menos apaciguaba a su estomago.

Cuando estuvo cerca justo los ojos alcanzaron a posarse sobre la contraria, alzando la mano que tenía libre y saludarla amistosamente aún de lejos pensando en hacerle un pequeño favor. Por lo menos de lo que había conocido de Daria sabía que antes las prisas no solía llevarse ni un simple pan a la boca optando por girarse en el puesto, pidiendo otra ración y despedirse de ahí, llegando donde su compañera para extenderle eso con una sonrisa de oreja a oreja.- Toma, creo que lo vas a necesitar...tenemos muchas cosas que comprar debido a que Hanji-san lo requiere.-Habló calmadamente sacando una pequeña lista que le dio la mayor, repasando unas cuantas cosas, sería de lo más fácil tratándose de cosas separadas y la única pega sería que pasarían horas recorriendo las tiendas del pueblo. Aun así regresó la atención en ésta, mostrándose amigable como ella misma.- Ne, Ne, hay que irnos por si no queremos que se haga más tarde.