Ymir {Casting}

Llegó el anochecer y el cielo quedó cubierto bajo un intenso color azul marino adornado por el mar de estrellas. Una silenciosa chica caminaba por el campo de entrenamiento, aburrida, desinteresada y con sus ojos a medio cerrar. Principalmente había salido a dar un paseo mientras reflexionaba sobre los demás cadetes, en especial aquellos que querían ir a la Legión de Exploración, suicidas a sus ojos.
- No les doy más de dos días fuera de Rose. - Se encogió levemente de hombros tras murmurar aquello y continuó caminando por alrededor de las cabañas.
De repente le surgió una necesidad, le había entrado algo de hambre por lo que desvió su camino un poco de su rutina.

Desde su posición pudo observar como la "chica patata" se detuvo exhausta tras haber corrido la distancia que le asignó el instructor como castigo. Para su sorpresa Christa Renz acudió a su ayuda acercándose a ella con agua y con un pequeño trozo de pan. La hambrienta castaña se abalanzó como si de una bala de cañón tratase a por el anhelado manjar y empezó a triturarlo bocado tras bocado, tras esto la chica empezó a acercarse a ellas. Sasha Brauss agarró por hombros a la rubia preguntándola e incluso afirmando de que ella tenía que ser una diosa a base de gritos. Sin embargo Ymir finalmente llegó interrumpiendo la escena que se estaba montando.
- Eh. ¿Qué estáis haciendo? - Preguntó con un tono seco, casi se podría calificar como frío.
La castaña la ignoró completamente y empezó a devorar de nuevo con pura ansia su delicioso trozo de pan, mientras que Christa empezaba a darle explicaciones de las intenciones que la habían llevado a hacer esa acción. Sin embargo eso es lo que fue para Ymir, palabrería barata, así que decidió ir al grano.
- Estás tratando de ser buena persona. ¿No? - Esta vez la frialdad de sus palabras podían sentirse como afiladas dagas clavándose en la piel.
La joven rubia se quedó estupefacta y no pudo mediar palabra, cuando de repente Sasha cayó sin previo aviso sobre el regazo de ella sin poder mover ni un solo dedo. Finalmente se quedó dormida como un tronco, por lo que prosiguió la conversación que estaba teniendo con Christa.
- ¿Todo por el bien de la "chica patata"? ¿Qué esperas obtener? - Fijó su mirada penetrante en ella, pero siguió enmudecida.
- Como sea... - Ymir suspiró, no tenía sentido para ella continuar por el camino que estaba yendo.
- De cualquier manera, hay que llevarla a su cama. - Explicó y flexionó sus rodillas para cargar a Sasha sobre sus hombros.
Esta reacción pareció sorprender a la rubia y la preguntó que si aquello en realidad no sería hacer una buena acción, a lo que Ymir sonrió con malicia. Así que se lo aclaró para que no fuese malinterpretada.
- Si le hago un favor, me lo acabará debiendo. Su estupidez puede ser beneficiosa. - Mantuvo aquella sonrisa mientras miraba de reojo a la nueva carga que portaba sobre sus hombros.

Después sin decir alguna palabra más empezó a caminar de nuevo entre las cabañas dirigiéndose hacia los dormitorios. Parecía ser que esta vez tendría que aguantarse el hambre sin embargo descubrió algo muy interesante, aquella rubia había llamado mucho su atención, lo suficiente como para planear seguir acercándose a ella y conocerla aún más. Le resultaría gracioso si hubiese sabido por aquel entonces que tarde o temprano iba a acabar enamorándose de ella. Aún son muchos los misterios que cubren bajo un manto negro de oscuridad las intenciones y motivaciones de Ymir, algunas puede que hasta tal punto que nunca se lleguen a descubrir.