Rescate en Muro María [LIBRE]

OFF:

Era muy de mañana, El sol yacía oculto entre tantas nubes dando un tono grisáceo en todo el cielo y el entorno (un aspecto muy triste a mi parecer), me incorpore de mi habitación y mire a mi pequeño hermano durmiendo con tanta tranquilidad lo cual me causo ternura y le acaricie la mejilla –Espero tengas pesadillas…- dije a lo bajo y a manera de broma- Nos vemos Noah…sin duda volveré para la cena- repetía en voz baja pero esta vez mi voz era más seria, tenía claro que a cada misión que tenía que cumplir mi vida estaba en riesgo y no se aseguraba mi regreso así que me cercioraba de dejar todo listo en caso de que algo malo me pasara, últimamente presentía mi muerte y eso me inquietaba como cuando tienes un mal presentimiento que no te puedes quitar de la mente, mas eso no me ayudaría en nada mantenerlo en mente, por ende intentaba ignorarlo.

Lista para partir  revisaba el informe que se entrego “¿otra más?, últimamente estas misiones se hacen frecuentes” pensé preocupada y así era, las misiones de rescate no se hacían esperar pues los soldados intentaban recuperar el Muro María a como fuera lugar, siendo franca no sé si funcione pues somos pocos y demasiados titanes así que imagino que por eso es que reclutan a todo soldado posible ya sea “nuevo”, veterano o no e incluso sin importar su división.

Llegué a la zona de encuentro para entender los planes a seguir – Sunn Oshima presentándose a la misión!- dije a la brevedad tras mi saludo militar a uno de los comandantes, acto seguido llegaron más soldados más altos que yo haciéndome opacar entre tantos. No pude evitar observar mi alrededor, el sonido de los cañones disparando, soldados alterados por aquí, por haya, algunos en shock, veteranos, nuevos  y otros apenas haciendo presencia al igual que yo con  insignias diferentes…unos estacionarios, otros militares y otros de reconocimiento  “¿Este es el ambiente al que me tengo que acostumbrar?” pensé pues siendo honesta tanto caos me mantenía alerta y algo inestable más tenía que concentrarme en lo que el comandante dictaba y como decía la carta que me había llegado tenía que ser un rescate  de unos soldados dentro del Muro María el cual no habían tenido ninguna respuesta con las pistolas de humo, es ahí cuando se disparó un mensaje de auxilio en los adentros del Muro,  no sabíamos si eran a los que teníamos que rescatar pero la señal era clara “AYUDA”.

El plan era sencillo se juntarían grupos diferentes con el numero iguales de integrantes y en cada grupo debía haber al menos 3 de reconocimiento( en dado caso que falten se usaran estacionarios ) pues ellos cumplirían la función de eliminación de titanes dada su experiencia fuera de los muros para que los demás soldados entraran a rescatar a sus compañeros, los de reconocimiento tendrían que mantener al margen a los titanes para que la misión sea exitosa  y con brevedad, de ser posible es llevar repuestos de gas para los rescatados.

-Tenemos informes no muy exactos que avisan la posibilidad de titanes excéntricos…así que tened cuidado y no salirse de la formación, mucho menos retrasar  el rescate, entendieron?- Fue lo último que menciono el comandante.

Y es así como termine aquí cargando repuestos de gas y entregárselos a los soldados que serían los portadores de este, sentía como si me subestimaran por mi edad y por qué apenas comenzaba lo cual me hacían estar de “sirviente” dándoles las cosas que necesitaban para partir “ tsk, esta no es forma de tratar a un soldado” pensaba pero para ser honestos los de la legión azul somos considerados desperdició así que … lo mínimo que podía hacer es ser lo más útil posible y demostrarles que no somos desperdicio “ ya verán, salvare muchas vidas hoy…sin duda lo hare, traeré a todos con vida y así se callaran la boca… “mis ojos brillaban nuevamente con determinación, estaba dispuesta a enfrentarme contra los temibles titanes aunque mis piernas delataran lo contrario y con suma razón pues he visto lo que un titan es capaz de hacer, puede arrebatarte la vida en cualquier segundo o a tus compañeros, te hace sentir cual hormiga contra un elefante, tan débil, tan impotente.

Aumente el paso pues casi era hora de salir a la misión, caminaba sin fijar mi vista delante sumergida en mi mar de pensamientos entre darme valor e intimidarme pero esto causo que chocara con un desconocido y  las cajas que llevaran se me cayeran por el impacto y tras el impulso caerme yo hacia atrás.

Otra noche, otra noche en la cual no concilie del todo bien el sueño, en mi cabeza circulaban tantos pensamientos de mi entera preocupación que hasta comenzó a dolerme la cabeza, y cuando menos me di cuenta, me quedé completamente dormida, seguramente por el cansancio del patrullaje vespertino.
Se hizo de mañana, desperté lentamente y miré hacía la ventana que se encontraba frente a mi cama, yacía un clima nublado afuera, solo esperaba que hoy fuera un buen día y que eso no fuese un mal presagio.

-“Necesito colocar unas cortinas” –pensé nostálgica, levantándome de la cama y dirigiéndome hacía mi armario. Me coloqué mi uniforme respectivo de la Legión de Reconocimiento, tomé un rápido desayuno; todos los demás miembros de mi familia se encontraban dormidos aún, me encaminé hacía la salida de casa.

Tenía que dirigirme al punto de reunión, en donde vería a mis superiores y compañeros de equipo, repasaba por mi cabeza una y otra vez el informe sobre otro rescate de soldados en el Muro María, la resignación por recuperar ese Muro no me parecía una opción, pero alguna otra manera existía para recuperarlo sin enviar soldados inexpertos o expertos de manera salvaje a conquistarlo de vuelta.

Al llegar al punto, saludé respectivamente a mis superiores, mientras nos explicaban a mí y a mis compañeros la situación actual de la misión encomendada. Al distraerme y prestar atención a mi alrededor, me pude dar cuenta de lo que pasaba habitualmente con mis compañeros, miedo… incertidumbre… inclusive sollozos, aún me resultaban contagiosas esas sensaciones, pero siempre optaba por ignorarlo para no caer, aunque bueno, seguía siendo una novata después de todo, pero no era una excusa para perder la cordura y complicar la situación.
Terminó la explicación, y me dispuse a ayudar con los preparativos a mis hostiles y veteranos compañeros, no los culpaba, a fin de cuentas éstos tiempos nos han convertido en personas desconfiadas y temerosas, pero siempre llegaba a mi cabeza el pensamiento de ser optimista ante cualquier situación.

Terminados mis labores, me dispuse a esperar más órdenes, me sumergí en mis pensamientos, cuando de repente, me despertaron de ellos con un empujón y unas cajas volando alrededor, al volverme hacía la persona, pude ver que se trataba de una chica de la Legión de Reconocimiento. –“¿Una camarada?” –pensé mientras esbozaba una sonrisa, acompañada de una risa que intenté ahogar para no incomodar a mi compañera. -¡Lo siento mucho! –me acerqué apenada y le extendí mi brazo para ayudarla a incorporarse. -¿Te hiciste daño? Perdón, estaba distraída, debí fijarme…

-"Sunn..." -Me parecía que la había visto en más de una ocasión, quizá habíamos coincidido en alguna que otra misión, pero era claro que nunca hubo ningún tipo de contacto entre nosotras. La ayudé a levantarse y a recoger los repuestos de gas que ya no cabían en sus manos, mientras escuchaba a Sunn comentarme que nunca me había visto a pesar de ser de la misma división, cosa que no me sorprendió, ya que yo no era una recluta sobresaliente ni mucho menos una guerrera excepcional.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por unos soldados veteranos, haciendo comentarios bobos hacía mi compañera por su pequeño descuido, acto que me molestó de sobre manera, y con el cual inmediatamente les respondí con un ceño fruncido. -"No les hagas caso, deberían de avergonzarse por mostrar ese comportamiento... Infantiles, en realidad se están orinando en los pantalones" -Le dije con un tono discreto, nada nos ganábamos dándoles la contra, ni en nuestra posición de novatas, ni mucho menos justo antes de comenzar una misión.

No era un clime muy agradable, es más, muy pegadizo para la situación. Arestame estaba con el grupo de estacionarios, que tenían como objetivo, suministrar apoyo y ayudas a los auxiliares de reconocimiento que se dirigían a los parajes del Muro María.

El objetivo estaba claro y simple, Djöker supuso que será un pequeño secuestro con fines económicos y muy posiblemente esté tan solo a las afueras de Rose, que técnicamente sería a los extremos del Muro María.

Una vez que terminó la reunión, todo estaba conciso y aclarado, así que el Pacifista tomó riendas de su caballo particular y trotó con inseguridad hasta el punto de control.

-Que asco... Odio volver a ese antro del Muro María... Debo admitir que cada vez que me obligan a ir ahí, no sé si lograré volver con vida o no... Tsk. -dijo Arestame con cierto tono combinado entre enfado y temor-

A pesar de su corpulento físico y su rostro que denotaba veteranía
no podía evitar sentir aquel temor de un reencuentro con los titanes. Aquellos que se hacían los héroes y creían no tenerle miedo a estos monstruosos seres, acababan siendo devorados los primeros y eso era algo que no se iba permitir tanto a corto como largo plazo.

El mano-metálica presenció un pequeño revuelo producido por unas cuantas cajas que componían notables sonidos graves y variados, así que se dispuso a acercarse. A medida de que se iba aproximando, vio que era el choque de dos miembros de la legión de reconocimiento siendo abucheados por compañeros.

Arestame, con cara de pocos amigos comparte una mirada de asco en son a los burlones y baja del caballo para comprobar el minúsculo incidente.
-¿Qué ha pasado aquí? -levanta unas cuantas cajas ayudando a apilarlas nuevamente hasta encontrarse con una cara conocida-
¿Oshima, aquí? -sus ojos reflejaban una minuciosa sorpresa por encontrarse con aquella que a escasos días la conoció en Sina-
¿Tú también estás metida en esto? -se dirige a Sunn y rápidamente voltea su cabeza.
Tú ereeees... -tratando de recordar los nombres de los miembros por informes- si no estoy equivocado -se lleva la mano metálica a la cabeza- Vowels...

Era mencionada en tres reportes variados y tenía ficha completa, así que no le fue difícil recordarlo, al fin y al cabo, se encargaba de la memorización de reportes y aplicación de los mismos.

Oportunamente se nos acercó un miembro de las Tropas Estacionarias, y nos ayudó con las cajas que se encontraban regadas por el piso, repartiéndolas respectivamente entre nosotros tres, para agilizar el reparto de los repuestos de gas a nuestros compañeros.
El hombre me resultaba familiar, esa mano metalizada era bastante peculiar y llamativa, seguro lo había visto varias veces por las calles de la ciudad. –“Tú debes ser… Vowels”- Me sorprendió que me ubicase ya que yo no era una persona sobresaliente entre las tropas, solo me dediqué a asentir con la cabeza, ya que me daba un poco de pena que de alguna manera el me haya notado y me reconociera, en consecuencia, sostuvo una conversación con la otra chica, al parecer son conocidos por algunas misiones en las que coincidieron. –“Sunn…” –era el nombre de la chica, debía memorizarlo, ya que nos tocaría compartir el mismo objetivo en la misma misión. Los veteranos continuaron mofándose y dando opiniones innecesarias sobre Sunn y nuestros compañeros caídos, ante lo cual, Sunn ya no pudo contenerse más y se acercó hacía uno de los burlescos hombres, tomándolo del cuello y reclamándole por sus comentarios ofensivos.

Acto seguido, nos separamos, todos nos dirigimos a nuestras posiciones para esperar más indicaciones del Comandante, quien continuaba dando discursos alentadores para que fuésemos temerarios como se debía. Me acerqué al borde de la muralla al igual que varios de mis compañeros, y pude contemplar la escena que aunque era ya habitual en mi vida, continuaba causándome un temblor en las piernas, que intentaba disimular concentrándome en morder mis labios. “Somos humanos después de todo, no máquinas.” –comencé a divagar entre mis pensamientos, hasta que me vi interrumpida por el sonido del disparo inicial, mis compañeros de la Legión de Reconocimiento comenzaron a lanzarse hacía las manadas de titanes que se encontraban en las cercanías, era nuestro trabajo abrir el paso a los soldados de las Tropas Estacionarias que se encargarían de entregar los repuestos de gas y de asistir a los compañeros que se encontraban en aprietos, así como a los heridos… peor aún, recuperar cuerpos, si es que quedaba alguno de ellos.

Me lancé temerosa, habría que actuar rápido, pero mis nervios me estaban traicionando de sobre manera, me encontraba titubeando y dudando, de repente me pasaba, tantos titanes juntos me quebraban la voluntad en ocasiones, y ésta no era la excepción.