Los daños del muro María { Diarmuid Glasgow }

Justo después de lo pasado en momentos anteriores, que en este momento es demasiado para poder ejemplificar o decir; mas sin embargo lo subsiguiente a la caída del muro era responsabilidad de aquellos caballeros que portaban en la espalda las rosas rojas.
Mientras algunos hacían lo posible en estos momentos de extrema necesidad, yo había decidido a correr por todo lo alto del muro; mis pasos golpeaban con fuerza el piso de lo alto al tiempo que miraba todo lo que acontecía, la visión casi dantesca era como los dibujos y esquemas que tenían los libros que hojeaba en mi juventud, mientras algunos cañones funcionaban más para el exterior que el interior pude saltar entre algunos compañeros que seguían tratando de hacer una diferencia.
Deteniéndome mi vista se alza y se fija en la sección caída, mis ojos se abrieron más y decido seguir el trayecto para llegar al centro de la acción; quizás para muchos de mis compañeros esto era una locura pero para mí era ya algo necesario aunque mi vida terminara ahí.
Mi interés particular es en dos especímenes que veo en la lejanía, bajo mis pies; aunque mi sonrisa que se dibuja en todo lo alto pensando que hacer para cambiar las cosas, una amplia sombra se dibuja a mi lado impidiendo que el sol me ilumine, mientras me giro a ver el origen de la misma negrura noto uno de los cañones, mi cerebro trabaja aunque sé que será algo que me dé un juicio marcial debía hacer algo, al tiempo que observo todas las cercanías; civiles en riesgo y también los gigantes de diferentes presentaciones.
-lo siento…-
Digo para mí, justo al instante de mover el gigantesco cañón con ayuda de las diferentes palancas; con ayuda del entrenamiento recibido puedo manipular el mismo; lo coloco en posición y lo cargo con las balas que se encuentran a la cercanía, sé que son pocas las que quedan de esta posición estratégica, pero también para poder saber lo que me espera…los dos titanes similares como mellizos me indican que hay algo detrás, no sería la primera y última vez que veía un extravagante o que se pareciera a los titanes extravagantes, de esos que padre me contaba y de los que mataron a Lainn.
Había terminado de cargar el cañón y lo gire a su posición de ataque para dentro de la ciudad; toque el sistema de disparo y trepándome encima de este para posicionar la mira. Observe y casi pude enfadarme cuando acabo con dos víctimas justo enfrente de mí.
-Cabeza fría Diarmuid…cabeza fría…recuerda lo que te enseño papá y mamá…-
Alce mi vista y seguí su trayecto un poco, mientras note un patrón que lo llevaba al hueco; note como esta misma bestia con ayuda de su similar hacían el trabajo de zapadores, esto me aterro y me dejo pensar su origen peligroso, pero decido seguir sus movimientos. Calculo si respiración…si tienen, mirando el titán pienso que haría, moverme como el y también…tras el cañón…
-vamos hijo de puta…vamos enséñame la nuca…hazlo…!Hazlo¡-
Casi como una oración, el milagro fue un resultado completamente beneficioso, el movimiento lo indicaba y tendría el cuello a tiro en el tiempo que disparara, presiono el sistema de disparo y resuena con un potente sonido; como iba arriba de este el retroceso me lanzo al suelo; no sé qué había pasado tras el disparo pero poniéndome en pie grito y corro a la orilla, así es como me lanzo al vacío, pero antes de estar a tiro del alcance de ellos decido hacer algo que había inventado en mis días de instituto; apuntando al muro María lanzo la cuerda; el garfio se impacta y me permite balancearme, para soltarme y apuntar el otro sistema de lanzamiento de mi arnés tridimensional y así sucesivamente, repito el movimiento hasta estar sobre el hueco del muro y “poniéndome en pie” con ayuda de los garfios y mirando el vacío en esa extraña posición esperando el resultado de mi ataque y esperando mi siguiente ataque.
-vamos muéstrate bestia…-

Se escuchó el grito de agonía del Titán. La bala de cañón había dado en el blanco, y ahora salía humo de su piel; se podía ver el hueco que se había formado a un lado de su cuello, donde se suponía que lo mataría. No puedes ver nada, ya que el humo te tapa la vista, pero asumes que has dado certeramente el ataque y has matado al Titán. «¡Ahora el otro!», piensas. Pero te sorprendes al ver como el humo se va disipando al mismo tiempo que la piel del Titán con rasgos mínimamente femeninos —a la cual le habías disparado— se va restaurando.

Ambos Titanes, al parecer mellizos, dirigen su mirada hacia ti. Te han olido, y las ganas de comer humanos nunca desaparece de su mentalidad. Sin embargo, no hacen nada, saben que estás ahí, pero no te ven. No se mueven, solo te miran con los ojos abiertos.

Y luego, el Titán se da la vuelta para seguir su trabajo con destruir más el muro y la otra, empieza a caminar a pasos fuertes hacia una madre con su hijo bebé en brazos, que llora desconsoladamente. La madre mira horrorizada al Titán; empieza a sollozar y rogar por su vida, sabe que su vida está a punto de terminar en manos de esas criaturas. No hay tiempo de pensar, solo de actuar. 

Mientras sigo de pie en el muro, mi primer pensamiento es que había derribado al primero; mas sin embargo cuando el vapor se disipa noto como el titán no ha caído, esto hace que mi sonrisa se dibuje en demasía ya que no sería sencillo y esto me hace pensar que es lo que había esperado desde hace tanto tiempo.

Los grandes ojos de los titanes me observan, mientras que también les brindo una mirada y a la vez levanto mi mano, cerrar el puño y levantar mi dedo medio con una sonrisa sarcástica; por lo menos que sepan que no será sencilla la comida del día.

Cuando el titán “macho”, se inclina y sigue con su labor de seguir destruyendo el muro; este vibra a cada golpe, mi vista se va al muro como se mueve y aunque aún mantengo mi sonrisa para la batalla me mantengo firme y a la vez preparado, al alzar la mirada noto como el titán femenino se gira y camina para contra una mujer y su bebe.

Trueno los dientes, aun en mi posición mi distancia es de “seguridad”, el titán tendría que saltar para alcanzarme pero aun así debía de pensar que hacer para cambiar lo que viene; el análisis de la situación es tal que decido calcular distancias, factores de riesgo y también factores de seguridad. Por lo que al mirar al titán que sigue en su labor me agacho en mi posición horizontal, imprimo toda mi fuerza en mis caderas, a su vez llevo mi peso a mis tobillos y cuando siento como todos mis musculo se tensan al máximo doy un salto.

Los ganchos salen de la pared y esto me da la fuerza de impulso, imitando un ave en vuelo voy cayendo con estilo, la lejanía del titán mujer como de la mujer con su bebe es casi la misma que tengo yo con el titán macho, por lo que en un momento apunto a la nuca de la fémina.

Exclamo, justo en el momento de solo disparar una cuerda de acero, lo que hace que el espolón se clave y la inercia de su movimiento ante el malestar me ayuda a balancearme, sintiéndome más como un bandido en una cuerda llego a donde está la chica, el espolón sale disparado de la piel; mientras giro en el aire y caigo a nada de la chica, mientras le miro y sonrió.

L e ordeno, mientras que la tomo con una mano, al tiempo que la rodeo fuertemente a ella y él bebe y miro a mi derecha, en esa dirección hay una casa de las castas superiores, suspiro y lanzo la cuerda de acero, sin ningún otro aviso salimos disparados en esa dirección, mas antes de estrellarnos contra la ventana lanzo la espada y esta ayuda a partir el cristal, la espada que rompe el cristal alcanza a pegarme en el brazo, mas uso mi cuerpo para aminorar el impacto de esta y de los cristales.

El garfio que golpeo el techo nos lleva con fuerza ahí, mientras bajamos con fuerza, caigo de pie y el impacto en mis músculos es tan brutal que la sangre sale de mis labios, mas sin embargo al girarme veo el gigantesco ojo del titán, el grito de la chica como el llanto del bebe me dicen que están aún vivos, por lo que mi vista se alza y veo el pasillo, seguido de otra ventana y para mi buena suerte una casa más.

Presiono la segunda cuerda y esta sale disparada, el crujido del muro hace que la chica como él bebe griten más, la mano del titán esta sobre de nosotros,

Le ordeno mientras que sin más antes del gran PLAF de la mano del titán salimos disparados por el pasillo, mis cálculos eran perfectos así que decido abrazar más a la chica y al bebe, mientras que rezo para mí que nada salga mal, siento el impacto de una puerta medio abierta, así como el impacto del cristal, siento el viento que sopla entre las construcciones y subsiguientemente el siguiente cristalazo de la segunda construcción, caigo rodando por la segunda construcción.

En el suelo aun abrazando a la chica, suelo levantar la mirada; noto que es una especie de casa con libros, mientras siento los cortes en mi cabeza y piel miro a la chica, la joven me observa y apenas tiene unos golpes, al momento que reacciono y miro a la bebe la cual está intacta, sonrió y la chica lo hace conmigo. Más aun no estamos del todo seguros por lo que me pongo en pie y el cambio de peso me hace ver que mi equipo más que nada la espada que lance es la faltante y el tubo de gas está soltando todo de ese lado, tomo de la mano a la chica y corro por esa casa, más noto que la construcción es una de muros gruesos por lo que en vez de estar cerca de ventanas tiro una puerta, camino con la chica por los pasillos hasta encontrar un área resguardada por muros; a simple vista no pensé que fuere algo pero al notarlo mejor es una cocina, las ventanas son pequeñas.

Digo a la chica a la cual suelto, la joven me grita que no la deje sola, más quitándome la parte faltante camino hasta encontrar una bodega, esta tiene comida aun y regreso con la chica, al ver la chica la bodega el primer pensamiento que ella tiene es que nos resguardaremos, yo niego y ella llora pidiéndome quedarme, yo argumento que no puedo…la ciudad me necesita, la joven solloza y mi siguiente argumento es que volveré por ella y por él bebe; descubro al bebe y le doy un pequeño beso en su cabeza y uno más en la frente de la chica.

Dije mientras que la deje en la bodega, así también pude cerrar los accesos y caminar de regreso por los lugares, pensando como poder hacer para tirar esos titanes, más cuando pase por una habitación me resbalo cayendo con fuerza, al levantar la mirada veo que es sangre con pedazos de cerebro, al abrir la puerta observo como hay un grupo de tres chicos de las fuerzas de reclutamiento, uno de ellos uso un trabuco para volarse la cabeza mientras que los otros se cortaron las gargantas

Salgo de ese sepulcro con un trabuco y tres cargas, un equipo nuevo así como hojas nuevas, como gas para moverme, decido subir hasta salir al exterior; al llegar al techo y abrir la puerta observo como el titán está en su labor como lo deje, más sin embargo el segundo no se encuentra, se que no está con la chica porque tendría que tirar media casa para poder encontrarla pero sin embargo estaba en una zona complicada por lo que camino a una de las casas, miro hacia abajo y noto que no haya sorpresas solo más cadáveres y uno que otro sobreviviente escondido.

Me giro dándole la espalda y lanzar mis cuerdas a una casa más grande, esta misma cuando llego de la misma forma que he hecho, rompiendo cristales y notando como es un sitio amplio, ventanas grandes y también desde donde domino el hueco así como el titán, camino hasta pegarme en una pared y lanzar lo que encuentro por las ventanas, hacer todo el ruido posible.

Dije mientras tengo el trabuco en mi mano y la espada en mi otra mano, sea como sea no moriré…

Si bien habías encontrado un trabuco, ahora mismo tu plan tenía una falla obvia, algo que cualquiera podría haberse percatad y haber evitado: al haber tomado el trabuco con una mano solo podías manipular un arnés lo que te impediría los movimientos en una dirección siendo independiente ésta. Esto es algo que, a pesar de no poseer inteligencia, por acto reflejo los titanes parecían percatarse. Tus movimientos irían desde un lado pero el sonido del gancho clavarse de manera directa sobre la pared de aquella edificación fue tan estruendoso que el titán que allí alzara su mirada notándose cómo desde su cavidad bucal se podía ver la sangre correr lentamente, algunos civiles parecían haber sido atrapados, tal vez dos, tres, por los pares de piernas que podías ver  ya que las mordidas del titán se habían acoplado hasta por la altura de la cintura de aquellos dejando claro, la zona inferior para ser devoradas luego o, quién dice que no, por su ‘hermana’.

Los sonidos realizados fueron lo que consiguió que el titán se percatara de tu presencia más rápidamente y pudiera prepararse para lo que venía o al menos así lo parecía. Empezaría a caminar hacia ti desde el centro así que ten cuidado, flanquearlo tal vez sea una buena opción pero jamás deberías olvidar que el otro con rasgos femeninos estaba allí, tal vez expectante, acechante, a que tuvieras un simple fallo para poder atraparte y devorarte completamente. ¿Quién dice que esos no eran sus instintos? Son los instintos de un depredador a fin de cuentas. El retumbar de los pasos, ahora podías ver que en las casas ubicadas en la zona opuesta a tu ubicación, desde la ventanas, podría percibirse la presencia de algunas personas, hombres generalmente, desarmados, pero desesperados también, con ganas de salir huyendo del lugar rápidamente aunque con el temor de ser devorados.

Ahora deberías tomar tu decisión: ¿Buscarías acabar con ese titán arriesgándote a poder ser devorado por el otro y no conseguir nada, con las posibilidades que tienes de poder acabar con él claro y, por obviedad, evitar ser devorado? ¿O irías directamente hacia aquellas ventanas para poder resguardar a los civiles como decía tu objetivo? Ten en cuenta, jamás debes olvidar que tu misión también incluía el proteger a los civiles, evitando bajas de éstos. Es en éstos momentos en los que debes tomar el poder de tus decisiones y hacerte cargo de sus consecuencias pero siempre, sin importar qué, ten en cuenta que el segundo titán está allí, en alguna parte, lo veas o no, estará esperándote.

Off:

Antes de cualquier cosa, evento o cualquier cosa que pudiere pasar; noto con cierta alegría cuando se alza el titán macho, pienso para mí que me falta uno…así que trato de calmarme y a planificar mis actos para poder luchar.

Mientras que algunos gritos cercanos a la torre que elegí como fortaleza me hacen retirarme, ahí había algunos hombres y mujeres que no han salido muy a pesar de lo sucedido, mientras quedo en silencio observando el escenario dantesco prefiero sentarme en el suelo.

Quizás podría ser que mi plan tenía alguna falla, solo había contado con los titanes y mi persona, mas no de los demás habitantes…

Me quedo ahí sentado, con todo mi nuevo armamento, mientras el titán se viene acercando; los civiles gritando como locos y yo completamente relajado por lo sucedido; quizás necesitaba replantear todos mis planes, en ese momento miro el exterior, el camino aledaño a mí; me pongo en pie y giro lentamente observando toda la situación.

Llevo mis dedos a mi boca, me cubro un poco; imagino las posibilidades y las contras; incluso me veo siendo masticado, cercenado…destrozado en las fauces de estas bestias, aunque bestias tenían cierta forma para poder pensar, eso me era aún más sorprendentemente tenebroso.

Tomando un frasco de gas, lo preparo y lo lanzo al exterior; mientras camino un poco y espero que mi puntería sea la mejor, si funciona sabré donde se encuentra todos mis enemigos por lo que apunto buscando ese objetivo.

Lo tengo en línea y le disparo con el trabuco, sé que si el gas es alcanzado con una perforación en el aire provocada una explosión, no solo sónica también visual; la composición es casi tal que brillaría igual a las bengalas que se usan en las incursiones de los chicos de las alas.

Me giro dejando que la bengala de color azul, blanca y algo de amarillo patito ilumine todo, quizás algunos cristales se parten pero era necesario para poder hacer lo siguiente, mientras coloco el trabuco amarrado a mi costado, con ayuda de un pedazo de retazo que sale de mi saco de soldado decido buscar la salida de esta torre, al encontrar la escalera decido subir más alto; en este momento noto como estaba justo en una torre de vigilancia, subo por la cornisa y más alto aun hasta la cúspide máxima.

Quedándome en pie, mientras el viento sopla puedo dominar por lo menos una milésima parte de lo que es la ciudad, la explosión ilumina los escondrijos que tengo a mi alrededor y algo llama mi atención, sé que al no salir de golpe y haber hecho que mi juego de luces lo hagan hace que me muestre el panorama desde todos los ángulos.

Principalmente en la calle que está justo atrás de la torre, una estrecha calle que sé que apenas alguien podría entrar, pero hablando en términos de grandeza no podrían siquiera poder alcanzarme, asi que reformulando mi plan preparo el trabuco como una carga de gas sin usar de las tres que llevo aparte de las que tengo puestas, dando un salto me dejo caer; mientras que dejo caer de mis manos el tanque.

Mientras cierro los ojos rezando a todos los dioses, esperando ya sea el silbido de que entre o el golpe que me estrelle y terminar la misión con mi deceso; más sin embargo el impacto de mi cuerpo en la pared y el hecho de ir cayendo a más velocidad me hacen gritar de alegría.

Había entrado en la rendija, mientras lanzo los garfios para amortiguar mi caída, tomo el trabuco y apunto al tanque que va entrando a la rendija, disparo y como siempre la explosión marca lo certero que puedo ser.

Más sin embargo lo idiota que soy, ya que también me lanza al fondo con más fuerza, lo que me da tiempo de ponerme en pie con más dolores que satisfacciones; corro a la esquina de la salida de este callejón.

Me asomo a la derecha, me meto...lo hago a la izquierda y aprovechando hacia arriba, al no notar aun nada decido correr de mi escondite y lanzarme al primer edificio, como alma que lleva el diablo decido correr alejándome tanto del titán como de la ciudad, hasta llegar al muro.

Llegando a este decido subir por este al mismo estilo con el que me desplace cuando me encontré con las bestias y asi para alejarme de su altura con sus manos estiradas, al llegar a una liana a lo alto de este decido mejor lanzar una carga completa de poder y para así latiguearme a los cielos más allá de la altura de los muros.

La fuerza centrífuga hace que parte de los músculos de mis brazos truenen, el dolor es tal que apenas puedo suspirar; más la misión no acaba me giro para tener la ciudad a mis ojos, miro toda esta y aunque esta esta con titanes a diestra y siniestra solo hay dos en especial que me llevaron a llevar los límites de la razón, mi limite humano solo para poder matarme con mi propio plan.

Hace ya algunos años, había visto en un libro un ave conocida como Milano; esta ave se lanzaba desde varios metros de altura, pegaba sus alas a su cuerpo, así como yo lo estaba haciendo, su cola se plegaba, así como yo lo hacía con mis piernas y su cabeza en dirección al suelo en un Angulo…justo como yo lo hacía…dejándose caer, no sin antes tomar una última bocanada de aire, este sería el más puro que jamás había aspirado.

La caída era tremenda, la fuerza que se imprimió en mi cuerpo era tan dolorosa, sentía que me había quedado sordo, ciego por que la velocidad con el aire secaron mis ojos; me costaba moverme pero tenía un blanco fijo, la cabeza del macho.

Comencé a abrir mis brazos y sentía como mis huesos se llevaban el mayor castigo, cuando pude plegarme la fuerza del viento me golpeo como un puñetazo que abarco todo mi cuerpo, sé que grite porque mi garganta vibro, mas sin embargo sé que no emití ruido por lo mismo.

Tenía la nuca a tiro y dispare los garfios, me movía para que el resorteo no me partiera la espina dorsal y terminara ahí mi aventura, más los movimientos pudieron que mi temor no pasara; al regresar en el resorteo prepare mis cuchillas y apunte a la nuca.

Pude gritar por fin y llegar a su cabeza, más cuando llegue y pude dar el primer tajo, seguía dando golpes en esa nuca hasta que olvide si había quitado la parte necesaria; seguía cortando y sintiendo como los pedazos de carne se desprendían con violencia, mientras sentía que ya no había donde cortar.

Mas en un momento termine por no poder moverme, los garfios se cayeron de la carne donde se habían prendado y me dejaron caer violentamente; justo antes de que mi cabeza se partiera en el suelo despierto para lanzar los garfios y entrar en otra ventana, esta era la estrategia que me había funcionado…por más tonto que fuere, no podía abandonarla, mi vida valía más porque había uno más suelto.

La estrategia que me había dado vida, ahora resulto perjudicial; al entrar de frente en el cristal de esta construcción me había dejado sin poder moverme por lo que entre de frente y sin precaución, me estrelle en la pared y al caer grite de dolor, un pedazo padecido a una lanza se me incrusto en el costado, era grande por lo menos unos tres centímetros se asomaron de mi lado, estaba fijo; tomándome la herida decido correr por la habitación hasta encontrar un área menos abierta.

Al llegar a una escalera, me arranco el cristal notando que este tenía un buen tamaño; trato de contener el grito pero también veo que mi brazo se había dislocado, sin aire y herido decido quedarme sentado un rato…mas solo decido tomar tres minutos de descanso para subir buscando la salida, antes de llegar a la misma salida superior en la escalera meto mi brazo entre las piezas del barandal de la escalera e imprimo fuerza para acomodar mi brazo en su sitio.

Caigo por la escalera con mucho dolor, pero me pongo en pie; a pesar de las heridas puedo seguir subiendo las escaleras hasta patear la entrada de un cuarto, miro ahí parte de la escena esperando que pase…no se ni cuánto tiempo paso de toda mi acción…pero sentí que fue una semana desde que empecé a volar por los aires…pero llevaba ya un muerto.

Uno, dos, tres, cuatro y muchos más fueron los cortes secos y violentos que recibió la desprotegida nuca de aquél titan. Por mucho que este se retorciese de dolor y tratase de hacer que el soldado perdiese el equilibrioya era demasiado tarde como para parar la desquiciada ráfaga que estás descargando sobre él. El golpe que te ha dado te ha obligado a refugiarte sobre el Muro, bien, al menos ahora tienes un descanso para poder recuperar el aliento. Así habías conseguido derrotar al segundo titán, el gemelo del anterior por lo que podría decirse que llevaste a cabo la misión satisfactoriamente pero el intento de moverte es nulo. Tu cuerpo ha sufrido graves lesiones a causa de aquél último golpe recibido y, además, has terminado por sobre el muro a unos varios metros de distancia del suelo. Para tu buena suerte se podía ver, sobre la terraza de una de aquellas residencias, el cuerpo del titán completamente esparcido sobre ésta, notándose que lentamente perdía la movilidad hasta decirse que había 'muerto' completamente.

Lo que escuchas a continuación es el sonido a pasos, varios soldados, entre ellos algunos médicos, parecían haber presenciado tu ardua labor y se dirigían en tu dirección pero el recorrido era largo, demasiado, tal vez era a causa de que el viento traía el sonido de sus pasos pero sino, en caso contrario, su distancia era similar a los doscientos metros, aproximadamente la misma distancia entre tu cuerpo y la casa más cercana que se ubicaba a los pies de aquella muralla claro que a varios metros de la zona limítrofe con ésta. El viento soplaba algo fuerte, tal vez por eso podías sentir aquellos pasos en tu dirección pero lo más importante era que habías conseguido tu objetivo. Sabías de sobra que tu cuerpo jamás sería el mismo de antes, la razón era obvia y los golpes justificados habían quebrado huesos en tu cuerpo así como lastimado algunos órganos pero nada que fuera vital, en realidad. Perderías tal vez la movilidad de uno de tus brazos pero no completamente sino que traería problemas secundarios como parálisis u otras. Por lo que se puede decir que: