Pasivos ante el peligro [Libre]

El uniforme me apretaba un poco, ¿o eran mis ansias por lo que ocurría ahí fuera?

La triste realidad que pasé hace dos años atrás por la simple contemplación de pobres víctimas de una masacre, heridos y traumatizados, volvía ante mí como un "déjà vécu", como si fuese ayer cuando ocurrió lo que posiblemente llegue a ser la perdición de la humanidad si es que no hacemos verdaderamente nada para arreglarlo ...
No contemplé al gran y majestuoso monstruo que muchos dicen haber visto reventar las puertas del Muro, pero por tales afirmaciones, daba gracias al no haberlo echo, ni haber estado allí para sentir el caos a mi alrededor. Ahora me conformo por mantenerme firme ante lo que ocurra en estos instantes que, a lo largo de mi vida, se volverán futuros.
Pasar de ser responsable del rebaño vacuno a mantener el orden y la paz en las calles de los demás distritos, suponía un gran y exagerado cambio en mi vida, solo por el hecho de tratar con seres coherentes y superficiales, distintos y capaces de todo. Antes era más fácil, un rebaño cualquiera de vacas no te iba a suponer los mismos problemas que un conjunto de personas, en absoluto, pero yo me entendía al pensar eso.

Veía a la gente de hablar por las calles, a los niños corretear de un lado a otro sin tener ni idea de lo que se cocía al otro lado de estos muros. Yo, sentado en las escaleras, solo y separado de los que hacían guardia junto a mí -conversando entre ellos, como no-, pensaba en mis padres sin parar, y en su salud. No se me daba bien en absoluto mantener una relación abierta con cualquier persona así a la ligera, posiblemente porque en un futuro la tendría que ver morir ante mí.
Estaba aburrido, sí. Prefería no meterme en sus conversaciones y pensar en mis cosas hasta que el día acabase o algo interesante ocurriese.

Sin expediciones al exterior solamente me tenia que presentar al trabajo como voluntaria, lo cierto era de que no estaba obligada a ir a trabajar diario, pero sin nada que hacer en casa, preferia pasarmela arreglando cosas en el cuartel general de la Legion de reconocimiento que pasarmela acostada, tenia esa mala costumbre de estar trabajando o no me sentia util, pero aquella ocacion el trabajo habia terminado muy temprano tenia el resto del dia libre, asi que por que no gastaba el resto del dia en seguir conociendo Trost?, aunque ya le conocia demasiado bien por mi vistia guiada gracias a Rokuta deseaba ver algunas partes que no habia visto, explorar callejones y caminos dificiles de ver gracias alas grandes estructuras de las casas.



*Y una vez mas estamos explorando, sabes? cro que prefiero que me mimen los sirvientes a malgastar el tiempo*, escuche a saki mientras miraba aun lado mio viendo su reflejo en las ventanas de las casas, obviamente veia a saki reprochandome de por que no regresaba a casa, bueno eso era simple, ahi no me dejaban hacer nada por mi misma y yo no me queria sentir como una inutil.



Asi que preferia ver las actividades cotidianas de los ciudadanos de trost a irme dentro de Sina donde no habia nada interesante que ver, ya que conocia todo ahi y por supuesto la clase de gente que tambien vivia detras de esos muros, en Trosto habia mas vida y mas alegria, niños correteando y vecinos ayudandose los unos a los otros solo por querer ayudar, todos intentaban vivir lo mejor que podian eso era lo mas importante lo que me gustaba y me motivaba a seguir trabajando, tal vez al final del dia terminaria llendo a un bar cercano o simplemente entrar a un restaurante para comer algo, despues de todo tenia el dia libre y el dia siguiente tal vez no iria a trabajar, -Mmm, me pregunto donde estan los restaurantes que vimos la ultima vez?-, me pregunte a mi misma mientras caminaba con el uniforme, no habia tenido el tiempo para cambiarme ademas de que me habia ido por mi cuenta y para terminar tenia a Brego caminando junto a mi, puesto que me habia cansado de cabalgar sobre el, -Tu que opinas brego deberiamos sentarnos a tomar un descanso?-, le pregunte a mi caballo mientras sonreia ya que sabia no obtendria respuesta de el.

Cuando pensaba que la tarde estaba perdida y nada más aburrido podía pasar, un miembro de la Legión de Reconocimiento apareció sin más caminando junto a su caballo por la calle. Algunos niños paraban de jugar para ver pasar a la señorita por llevar tal uniforme por esos lugares. Cualquier ciudadano estaba acostumbrado a ver a un soldado de las Tropas Estacionarias rondando por ahí, pero ver a un miembro del grupo de Reconocimiento caminar solo era algo realmente ... raro.
Muchos veían a esos soldados como "Carne para titán", "Inútiles" o "Gasta-impuestos", pero yo los veía como el único rayo de luz que le queda a la humanidad para sobrevivir. No sé si a la larga me arrepentiría de lo que pensaba, pero era mi opinión y nadie me haría cambiar de idea, e incluso puede que haya gente que comparta mi opinión; poca, pero la habría.

Aún sentado en la escalera, dejé de mirarla y observé el suelo. Acto seguido agité mi cabeza rápidamente de un lado hacia otro para mover mi pelo y ponerlo en su postura natural. Me levanté y me puse debajo del arco de la puerta en donde estábamos haciendo guardia. Parecía que mis otros "compañeros" ni se habían inmutado de aquella persona (aún seguían charlando), pero yo sí lo hice, por eso me planté allí y esperé con la cabeza alta, mirándola de reojo por si venía aquí a preguntar o mandar algo.

No lograba recordar donde habia alguna posada para poder comer, y ciertamente tambien debia cuidar de Brego, ya que el tambien debia de comer y descanzar, tal vez la mejor idea era verdaderamente regresar a sina para que pudiera cuidar apropiadamente de Brego, *vamos...despues de lo que me haces ver vamos a regresar tan temprano?, tu la que siempre busca entretenerse?, pregunta donde podemos encontrar comida para Brego y ya....me molesta ver eso de ti Daria*, palabras de animo de la perosna que no esperaba eso, tenia razon aunque esas palabras me habian erisado la piel, puesto que habian sido palabras muy rudas pero de animo, algo confuso.


Levante la cabeza para ver donde podia pedir informacion, y preguntarle a los ciudadanos no era algo sabio despues de todo se podia notar que mi presencia interrumpia algunas actividades de los habitantes de Trost, *Bueno....es obvio que no podemos ir preguntando libremente, alguna idea?*, nuevamente escuchaba a Saki tratando de ayudarme y la verdad es que no tenia idea de que hacer.


A mi vista pude ver lo que fue suerte?, a la mejor y si aunque no sabia si podia preguntar libremente pero era mi mejor opcion al no poder hacerlo con ciudadanos, asi que me encamine a aquel puesto de vigilancia donde se encontraban los "compañeros" estacionarios, tan importantes como la policia del rey o nosotros los de reconocimiento, ellos si podrian ayudarme, con Brego a mi lado alando de sus amarras solamente pude caminar hasta aquella caseta para asi abrir un poco mi boca, -Buenos dias....em...podria preguntar si alguno de ustedes sabe donde podria encontrar alimentos para mi y mi caballo? -, pregunte aun algo penosa despues de todo no era mi fuerte relacionarme con alguien nuevo.

Me fijaba que se iba a acercar aquella muchacha, y me puse un poco nervioso. Vale, sí, podría ser que de verdad no haya superado mi "vergüenza" ante un desconocido, y más si venia a pedirme ayuda, pero debía de dar lo mejor de mí.
Justo cuando quise darme cuenta, el soldado a cargo de aquel puesto de vigilancia me tocó la espalda para llamar mi atención.

Kimoku, que nosotros nos vamos ya al descanso. Si quieres quedarte, eres libre de hacerlo.
Antes de poder decir nada, ya se estaban yendo junto con algunas rondas de cervezas.

P-Pero ... ¿Qué pasa con el refuerzo del m...?
Tartamudeé, cada vez más bajo y con una postura como de llamando la atención.
Al parecer la chica ya estaba lo suficientemente cerca para preguntar por abastecimiento tanto para ella como para su caballo.
Yo la miré de reojo, congelado y con una expresión inquieta; bastante avergonzado. Cerré el puño y baje el brazo, pero sin decir nada, me limité a saludar con un gesto de barbilla -levanté el busto un poco hacia arriba-.
Acabé mi acción con la cabeza agachada. pero mirando de reojo y con expresión furiosa a mis compañeros, tan campantes de camino al bar, faltando el respeto a la responsabilidad.
No sabía qué hacer, me quedé en esa postura, no sabía si aquella muchacha iba a adivinar lo que había visto pero tampoco se me iba a dar bien contestarle tan a la ligera, aún estaba muy verde y era temprano para que reaccionara como una persona normal.
Desde luego, ese día no era mi día ...

Al esperar una respuesta solo obtuve silencio, y claramente los cinco que debian vigilar aquella puerta se habia retirado dejando solo a uno de ellos, si mal no recordaba las palabras de mi padre eso no debia pasar hasta que cinco hombres llegaran y les sustituyeran cambiando de puesto, pero no era asi ahora el puesto estaba semi vacio con un solo hombre el cual seguia sin responderme, *Creo que no va responder...mejor seguimos buscando Daria*, no necesite escuchar dos veces aquel consejo y mejor solo sonrei.



-Bue...bueno creo que mejor seguire mi camino, gracias de todas formas-, soltando una risita por los nervios mientras jalaba la correa de Brego para que este volviera a caminar detras mio, ahora si no sabia a donde ir, y tal vez si pero tambien me daba pena en ir sin invitacion, asi que al final si terminaria llendo detras de sina, esa vez si era la mejor opcion, aunque no me gustara mucho la idea tendria que visitar a mis padres y nuevamente dejar que hicieran todo por mi.


Con un leve suspiro levante la cabeza, tendria que ir al Ferry del rio para poder pasar mas rapido sin tener que esperar a que me abrieran las puertas y de ahi seria mas facil llegar a casa, *Oye saki....si podemos recordar donde vive rokuta...tal vez podamos encontrar donde un lugar donde comer no solo para nosotros tambien para Brego*, intentaba hablar con ella mirando hacia las calles.

Cuando vi que la respuesta de la chica ante lo ocurrido, mi cara mostró una expresión de arrepentimiento e irresponsabilidad por no contestarle. Justo estaba yéndose cuando la confianza en mí mismo vino para rescatar la situación y un yo falso salió de mi mismo para rematar los echos.

¡Chlorba! le grité a su lejana espalda.

Rematar los echos ... con una sola palabra y sin ninguna información aparente. Al parecer tanta presión hizo que me trabara en un momento clave del inicio de la conversación, así que apreté los dientes y la miré recto con unos grandes ojos abiertos. La verdad que bastante asustado, puesto que no solía ser muy social nunca, pero así fue como por primera vez entablé conversación empezando por un grito. Decidí no quedarme atrás, usar las mismas fuerzas y el mismo ánimo para seguir hablando.

D-Digo que ... en el Distrito Chlorba ... yo ... en la entrada de ese ... Distrito ... tengo m-mi casa. respiré hondo y miré al suelo, nervioso y a punto de ponerme verdaderamente rojo. Ya lo estaba, de echo, y esperaba que esa chica no me viese en este estado. Era guapa, pero ... no era esa la excusa ... seguro que no lo era.

Yo ... mis ... mis padres van a ... un pequeño ... mercado ... y allí c-compran provisiones para ... para caballos y ... bueno, per-personas ...
Ya por lo bajini, decidí terminar mi frase como pude, sin apenas ser oído. ... puedo llevarte, si es ... lo que quieres.

Pensando mucho las cosas y sin saber si conseguiria algo de comida fue en ese momento en que escuche un grito y ese grito habia pronunciado el distrito de Chlorba, fue en ese momento en que frene junto a brego y hechaba un vistazo asi atras para ver al mismo joven al que habia preguntado con anterioridad, y parecia que al final si sabia donde podia conseguir algo de comida, en ese mismo momento sonrei mientras daba unos cuantos pasos hacia el joven, -ya veo...jeje bueno sinceramente mre preocupa mas mi caballo....yo no tengo tanta hambre, solo quiero dar de comer a Brego-, conteste mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.


en verdad que habia sido algo inesperado pero de igual forma me servia mucho, no podia descuidar a Brego y obviamente no queria hacerlo, era mi fiel caballo y el confiaba en mi asi que no le podia fallar, *Bueno por lo menos vamos a poder cuidar de brego, aunque no me gusta eso de no comer nostras sabes?*, al escuchar a saki casi hecho a reir pero me contuve por el simple hecho de que si me reia enfrente de aquel joven seguro y me catalogaba como loca y de por si yo ya me consideraba un poco loca.


OFF: Encerio me siento muy mal, no pude contestar por problemas familiares, kimoku en verdad lo siento T.T

Veía como aquella chica se acercaba lentamente mientras me especificaba la comida necesaria y mostraba una sonrisa al mismo tiempo. Consciente de mi vergüenza, agaché la cabeza e intenté responder a mi manera.

Brego es ... un bonito nombre para un caballo ... dije.
¡T-Tengo la hora libre! Te puedo llevar a ... a ese mercado. Solo ... si quieres. continué diciendo
E-Es por ... ¡por aqui! finalicé caminando hacia una dirección cuando de repente me di cuenta que era un camino erróneo y me paré en seco, golpeándome la cabeza y pensando en lo estúpido que parecía en aquel momento.
¡Ah! P-Perdón. Me he ... me he equivocado. dije con los ojos cerrados, intentando señalar el verdadero camino. Aquella mano temblorosa que apuntaba hacia el Distrito Chlorba me indicaba que debía de relajarme, era solo una chica ... nada malo podía pasar. Yo solo quería ser cortés ... por primera vez en mi vida ... y ya comenzaba a enfrentarme al miedo desde el principio. Debía vencerlo. No quería que sucediese nada malo de camino hacia allí, ni yo le iba a perjudicar a ella ni dejaría que otro cualquier lo hiciese.
Un mundo de paradojas se abrió ante mí al pensar en su protección, ¿por qué tanto empeño en la defensa de una persona? Quizá estaba relacionado con el primer acto de caballero en la que me veía entravesado por primera vez en mi vida, o quizá ...
Bah, seguro que era por el acto de cortesía.

Dí unos pequeños pasos hacia adelante y afiné mi oído para intentar oír si me seguía o no.

OFF: Tranquila cariño jajaja. ¡Problemas familiares tengo yo a montones! Y cuando me respondiste al tema yo estaba de viaje en Londres, así que antes no pude responderte, ¡lo siento mucho!

Me latía muy rápidamente el corazón, la verdad es que demasiado. Me confundía de camino a veces, u otras me tropezaba, al parecer, de una forma cómica para ella, con escalones y objetos... Estaba nervioso por si algo malo pasaba. Fue entonces cuando recapacité y respiré hondo.

"Tranquilo Kimoku, todo saldrá bien." pensé, para tranquilizarme.

Está cerca. Si mal no recuerdo, al lado de una capilla.
La paz se hizo en el camino cuando comenzamos a atravesar una calle sin ninguna alma excepto nosotros dos y su caballo. El día que hacía era bastante bueno y el sol radiaba de una forma impresionante. Miraba hacia los lados para comprobar rutas alternativas, pero lo que no podía hacer era fijarme en su cara para ver si sostenía una expresión de confianza o de completa desorientación.
Deseaba volver a hablar para mantener una conversación, y así obtener más fe en mí mismo. Andaba por delante de ella con un paso lento mientras recordaba lo estúpido que había sido al entorpecerme por el camino o por equivocarme tontamente por los nervios, pero no era mi culpa no haber tenido relación social en mi infancia que me ayude a entenderme con otra gente; sólo sabía seguir órdenes y no responder, nada más. Quemaba el asfalto, la roca de las paredes parecían gritar de auxilio por la calor y yo me estaba asando por dentro sin razón aparente, porque mis nervios parecieron desvanecerse.
No sabía como se estaba tomando ella todo este viajecito.

Todo el camino habia estado lleno de accidentes, comenzaba a creer que mi guia era propenso a tener pequeños accidentes ademas de que tambien se habia confundido de camino varias veces, con eso presente solamente me quede tranquila siguiendole todo el camino junto con Brego, *Vamos...este chico lleva equivocandose toda la tarde....segura que podra llevarnos a un mercado y si se termina perdiendo?*, fue una de las variadas quejas que escuchaba por parte de Saki, sabia que si alguien le escuchaba se desanimaria al instante asi que simplemente me quede callada sonriendo lo mas que podia caminando lentamente detras del guardia estacionario.


-Muy bien, lo bueno es que casi llegamos-, respondi a su aclaracion mientras ponia atencion al ruido, era raro...solo podia escuchar los pasos de Brego que hacian ruido contra el suelo, las calles estaban vacias y ademas el calor era muy fuerte, podia sentir algunas gotas de sudor recorrer todo mi rostro, *nos estamos azando por nada....no tiene caso siempre me ignoras*, comento Saki algo frustada mientras le veia por los reflejos de la ventana pasando a callarse pero como siempre mostraba su mal humor, solo quedaba ver si llegabamos pronto a ese mercado para comprar algo de comida a Brego.

OFF:Lamento la tardanza ^^U