Are we Livestock or Wolves?...[Claire]

Ya había pasado como una semana desde que se había topado con Sunn del grupo C.A.I.N al cual le había interesado unirse, esperaba que su petición hubiese sido aceptada, suponía que seria un buen elemento dentro de las filas de ese grupo ahora solo era cuestión de esperar una respuesta. No había abandonado Trost por el simple hecho de que su trabajo estaba en vigilar y proteger los muros de ataques de los titanes. Por fortuna esos días todo estaba tranquilo solo se había topado con uno que otro maleante por los callejones al cual le había dado su merecido.

Esa mañana se había despertado temprano alrededor de las 6:00 am, se había aseado, puesto su bóxer azul y revisado sus prótesis  con cuidado para ajustar lo que les faltara y demás, después de hacer esa tarea, comenzó a ejercitarse haciendo unas 20 repeticiones de lagartijas solo usando su brazo izquierdo para impulsar todo el peso de su cuerpo hacia arriba y hacia abajo, colocando su brazo derecho mecánico tras su espalda  y sin flexionar sus piernas de igual material que su brazo derecho. Aquello requería muchísima fuerza física, porque estaba cargando su propio peso sumado al peso de las prótesis con su única extremidad de carne y hueso la cual era su brazo izquierdo.

Siempre se repetía a si mismo que si no podía cargar el peso de sus prótesis durante ese ejercicio no podría tampoco cargar el peso adicional que tenía el equipo de maniobra tridimensional y por lo tanto no merecía estar en la legión de reconocimiento, sin embargo siempre podía levantar su peso con ese brazo las 20 veces que se proponía hacerlo e inclusive subiendo el doble de repeticiones durante su rutina de ejercicio aunque acababa realmente cansado y prácticamente bañado en su propio sudor así que se volvía a asear después de hacer ejercicio.

Cuando terminaba su rutina de la mañana en su habitación finalmente se vestía con su uniforme de la legión, sin olvidar nunca el ajustar su 3DMG a su cintura y verificar los tanques de gas del mismo, tenía que estar preparado para todo. En esos momentos ya habiendo salido de su habitación y de la posada en donde se hospedaba se encontraba recorriendo las calles tranquilamente aunque sin dejar de vigilar los alrededores, el viento era fresco y suave ya que eran aproximadamente las  8:00 de la mañana. El sol ya se había asomado en el horizonte dando inicio a un nuevo amanecer, ¿qué pasaría durante ese día?, no tenía idea pero esperaba que no fuese tan aburrido como los anteriores.

Claire se levantó bostezando y estirando los brazos de su cama a tempranas horas de la mañana. Volteó a ver un reloj de pared sobre ella y se dio cuenta de que no eran más de las 6:30, lo que la sorprendió un poco. No era común en ella levantarse tan temprano, mucho menos en un día donde el trabajo era escaso, pero decidió no tomarle importancia encogiéndose de hombros y restregándose los ojos. Luego de asegurarse que el sueño se había ido, comenzó a hacer unos cuantos ejercicios básicos para destensar los músculos. Seguramente tendría un largo día por delante, y si era necesario usar su equipo tridimensional no sería conveniente obtener una sobrecarga muscular por falta de preparación. Se mantuvo ocupada con eso unos 20 minutos, hasta que decidió que era suficiente y se metió al baño para asearse lo necesario. Finalmente, terminó poniéndose encima el uniforme de la militar y el 3DMG, con suma paciencia para verificar que no tuviese ningún daño que podría ser fatal a la hora de utilizarlo. Soltó un suspiro al terminar su rutina diaria, y se acercó a la ventana de la habitación de su posada, abriéndola para dejar que los cálidos rayos del sol iluminaran su cuarto. Observó desde el segundo piso el panorama: numerosas personas ya estaban en las calles, dando paseos o haciendo sus rutinarios negocios. No lograba divisar muchos guardias, pero le restó atención, seguramente pronto llegarían. Estuvo a punto de darse la vuelta y bajar a desayunar, hasta que escuchó un grito de auxilio y unos estruendosos ruidos de cosas cayéndose. Volteó de inmediato, y se encontró con una escena de robo hacia una madre y su pequeña hija.

Su gesto se endureció se inmediato y chasqueó con la lengua, sacando un poco más de lo debido la cabeza por la ventana para ver si había alguien que les brindase ayuda a las pobres ciudadanas incapaces de defenderse. Los otros moradores, quienes no eran más que gente de mayor edad o señores trabajando, sólo observaban con terror y murmuraban cosas, sin saber qué hacer. Se mordió la lengua al observar como el ladrón corría, con varias cosas entre las cuales divisó panes y collares que parecían valer mucho dinero, y se paró sobre el marco del ventanal y no dudó ni un segundo en tirarse desde ahí, con las piernas flexionadas para asegurarse de que no hubiesen fracturas con el impacto. Cayó de pies sobre el suelo, agachándose por unos segundos, y comenzando a correr tras el malhechor mientras las miradas de sorpresa se posaban sobre Claire. No le importaba como la mirasen ni cuáles serían las consecuencias de sus actos, lo único que tenía en mente era evitar que se cumpliesen más actos de maldad en un mundo donde se supone y todos deben convivir en paz para triunfar.

El hurtador chocó con un joven de cabellos negros, y en eso se le cayeron varias cosas que recogió casi al instante, sin si quiera disculparse con el joven. Afiló su mirada, sin dejar de correr, y cuando llegó a estar cerca del chico se dio la vuelta, corriendo a menor velocidad de espaldas, y se disculpó de forma rápida- Perdónalo por mi parte, ¿sí?~ -Le guiñó un ojo y volvió a girarse para mirar hacia en frente, aumentando el ritmo para volver al anterior y seguir en búsqueda del malo de la historia. Mientras que el tipo aquel avanzaba de forma torpe y chocaba con todo lo que se encontrase frente suyo, Claire lograba esquivar cada obstáculo con saltos y moviéndose fácilmente por la angosta calle. Pasados unos pocos metros, la chica se cansó, y decidió activar su equipo para seguirlo sin tener que pasar por cosas que le impedían continuar fluidamente. Se subió a los techos de las construcciones y prosiguió desde ahí, deteniéndose al ver como el ratero caía por no prestar atención a su entorno- ¡Ahora! -Gritó para sí misma, saltando con las cuerdas incrustadas en una edificación y se paró justo en frente de él, con las manos sobre sus caderas y una expresión molesta. El señor, quien aún yacía en el suelo, la miró con miedo y se echó hacia atrás, aferrándose a los alimentos y, sobretodo, a las joyas. Esbozó una sonrisa de lado y se agachó para quedar a su altura, tomándole del cuello de la camisa para mirarlo amenazante- O devuelves sus pertenencias a la señora... -Alza ligeramente su cabeza hacia una castaña que no pasaba de los 30, quien al parecer la siguió hasta ese punto, y volvió su vista hacia el tipejo- O me encargaré personalmente de que te arrepientas -Lo soltó, dejándolo en manos de los otros pueblerinos quienes los rodeaban, viéndolos curiosos. Se dio la vuelta, limpiándose un poco la ropa, y recogió el collar anteriormente robado para devolverlo a la joven- Tome, lamento haber formado tanto alboroto -Le dedicó una sonrisa amable y se alzó de nuevo a los techos, evitando así las preguntas de los demás. Suspiró, estirándose- Vaya día... ¿Qué vendrá ahora? -Dijo animada, sonriendo al ver como las cosas abajo regresaban a la normalidad.

Se encontraba en su recorrido matutino de vigilancia hasta que escuchó unos pasos apresurados, eran pisadas fuertes y antes de poder reaccionar sintió un fuerte empujón, era un hombre con cosas en las manos que al parecer llevaba prisa, así que abrió sus ojos con sorpresa y extrañeza, después tuvo que hacerse a un lado para dejar pasar a una joven que portaba un uniforme igual al de él, ¿quién sería ella?. Inclusive pudo notar cuando la joven de cabellos rosados se regreso a pedir disculpas de parte del hombre que había chocado con él y le hizo un pequeño guiño sumado a una sonrisa ligera, no pudo ocultar su semblante de confusión y dudas así que decidió seguirla.

- Oye! espera!...- Trato de hacer que se detuviera al levantar la voz, pero no hubo una respuesta de parte de la joven así que comenzó a moverse para tratar de alcanzarla, había varios obstáculos que en ocasiones chocaba con estos como lo eran sillas o cajas, otros los saltaba y en ocasiones empujaba ligeramente a las personas para poder seguir sin mucho problema. Una que otra piedrecilla le saltaba al rostro y le lastimaba tanto sus mejillas como su frente, para evitar aquello tendía a cubrirse con su brazo derecho así los objetos rebotaban en su brazo mecánico.

No quiso usar su equipo de maniobra durante el recorrido debido a los daños que causaba en las estructuras de las pequeñas edificaciones del pueblo, suficiente tenía con haber escuchado a los pueblerinos quejarse de que los legionarios estuviesen ahí, siempre quejándose de que sus impuestos iban para ese escuadrón que cada día llegaba con menos personal. Simplemente un día de expedición equivalía a la muerte de 15 o 20 miembros sumando a los heridos de gravedad por que casi nunca eran heridas leves, él a sus 16 años fue uno de los tantos heridos de muerte, un titan le había cercenado ambas piernas con una simple mordida por un descuido que tuvo y si no hubiese sido por uno de sus compañeros que lo ayudo a salir de eso, habría sumado la lista de M.A’s o Muertos en Acción.

De todas maneras el recordar eso no le ayudaba en nada a concentrarse con lo que sucedía en esos momentos, de repente en una vuelta que dio en una calle angosta tuvo que detener su carrera ya que no vio por ningún lado a la joven de cabello rosado, así que comenzó a buscarla con la mirada por todos lados hasta que dio con el sonido de sus pasos en los tejados " ¡Ahí estas! " aquel pensamiento recorrió su mente de manera fugaz para entonces volver a retomar su carrera por el callejón y al creer estar cerca de alcanzarla tuvo que detenerse nuevamente para ver aquella escena de la joven acorralando a aquel hombre con el que había chocado y entregando la joyería robada a una mujer que al parecer era la dueña de esta. Volvió su mirada hacia el techo al ver como la joven se elevaba y después hacía el frente al ver a algunos pueblerinos rodearle y por igual querer sacar alguna respuesta de él debido a que poseía el mismo uniforme de la chica pelirosa.

-No tengo nada que decir- Fue su única respuesta dada con aquel semblante un tanto serio que se cargaba en ocasiones, para entonces activar los ganchos de su equipo de maniobra, los cuales se aferraron a la estructura del techo e hizo que se elevara al impulsarse por unos momentos con ayuda del gas de su 3DMG.

Al descender cayó sobre el techo de teja y madera flexionando sus rodillas para no sentir tanto el impacto, al volver a levantarse pudo observar mejor a la joven ya que había quedado tras ella a una distancia moderada. Esbozo una ligera sonrisa mientras la veía y se acercaba un poco a ella respetando en todo momento su espacio personal.

-Pudiste haber usado los cables del equipo de maniobra para bloquearle el paso en el momento en que chocó conmigo- le comenta bastante tranquilo para luego decidir conversar con ella, había despertado su curiosidad -Veo que portas un uniforme similar al mío, extrañamente es la primera vez que me topo contigo…¿eres nueva en la legión?- no es que fuese malo recordando caras o nombres, solo era algo distraído en ocasiones y se perdía en sus propios pensamientos, en su propio mundo, tal vez por esa razón no había notado nunca la presencia de aquella joven entre las filas de la legión pero por si acaso decidió preguntar para saciar su curiosidad sobre aquella joven de cabellos rosados.

¿Había sido la mejor opción saltar desde el cuarto de la posada, en un segundo piso, y causar tanto alboroto por un simple ladronzuelo del que pudieron haberse encargado otros policías con más tranquilidad y causando menos alboroto? Para muchos esa idea sonaría suicida y para gente sin cabeza, pero ella tomó la decisión de ayudar a aquella pobre señora que probablemente se esforzó mucho por obtener esos alimentos y joyas. En eso pensaba la joven Claire, mirando hacia el cielo pensativa, mientras que los pueblerinos discutían entre ellos y algunos se alejaban de la escena, dejando al hurtador tranquilo al no haber causado ningún daño. Cerró sus ojos al escuchar unos cuantos exclamos, unos más bajos que otros, sobre que la soldada había provocado mucho ajetreo por algo de poca importancia, y además dañado un tanto la estructura de algunos edificios por haber utilizado su 3DMG. Dejó que el viento jugara con sus cabellos y abrió sus orbes aquamarinas, dirigiendo las mismas hacia la ahora menor multitud mientras flexionaba sus rodillas para verlos mejor. Unos señores de mediana edad, con pinta de ser dueños de negocios locales, la miraban con curiosidad unos, con agradecimiento otros y pocos con un toque de odio no muy bien disimulado. Ante lo último, simplemente les dedicó una de sus más brillantes sonrisas, ante lo cual se sorprendían. Su objetivo no era ganar enemigos, pero si ellos querían serlo era su problema, no suyo. Había hecho una buena acción, algo precipitada y sin planear pero buena. No había un por qué para hacer que Claire se sintiese mal. Dispuesta a irse, se dio la vuelta, hasta que escuchó una voz cerca suya y, seguramente, no perteneciente a los ciudadanos.

- ¿Mmm?~ -Se giró en dirección a la voz y se encontró con el mismo azabache con el que chocó el señor al que persiguió. Parpadeó unas cuantas veces, sorprendida y perpleja, preguntándose como la habría encontrado, y, luego de dejar de preguntarse muchas cosas que seguramente se explicarían en breves momentos, sonrió. Lo miró de arriba a abajo, fijándose en cada detalle que podía encontrar sobre la persona frente suyo. Se dio cuenta de que su brazo derecho no estaba hecho de piel humana, si no de algo color metálico. Ladeó su cabeza hacia un lado, con su mirada llena de curiosidad, y la agitó un poco para ponerse a pensar en lo que pudo haber hecho para que su misión anterior no hubiese sido tan escandalosa- Uh... -Se le quedó mirando con una expresión casi neutral, los pensamientos y posibles planes invadiendo su cabeza, y se rió al pensarlo bien- Tienes razón -Llevó una de sus manos a la parte trasera de su cabeza, cerca de la nuca, y frotó el área, mostrándose despistada y mordiéndose la lengua. Volvió a posicionarse firme, sin quitar esa máscara de curiosidad de su rostro, y prosiguió hablando- Pero, ¿sabes? No tengo muy buena puntería hacia personas con estas cosas -Le da unos golpecitos a las cajas de su equipo- Y quizás pude haberle clavado el gancho en el pie, lo cual no hubiese sido muy agradable para nadie -Mencionó, fingiendo seriedad por unos segundos y regresó a la normalidad en breves instantes- Preferí buscar una forma en que fuese seguro no hacerle daño -Respondió, de forma más coherente, sonriendo ligeramente y girándose para ver hacia en frente, a los ciudadanos y después al cielo, disfrutando respirar aire fresco.

El tema fue cambiado a una pregunta sobre si era nueva en la legión. Asintió, con sus orbes cerradas y sin voltearse- ¡Sipi dipi!  Llevo ya un tiempo de haberme graduado pero me la pasaba en entrenamientos y cuidando la ciudad por órdenes de superiores -Se le acercó con unos pasos, quedando frente suyo y dándose cuenta de la diferencia en tamaño. Él no era muy alto, pero sí más que ella, y, a juzgar por sus facciones, no parecía ser más de dos o tres años mayor. Sonrió animada, extendiéndole la mano para estrechársela- Un gusto, mi nombre es Claire Kozlov -Se presentó con entusiasmo, agradándole conocer nuevos compañeros con los que seguramente pasaría tiempo en misiones y prácticas físicas en el campo- ¿Y el tuyo es...? -Cuestionó, observando de reojo su brazo derecho y volviendo a verlo a él a la cara, con la cabeza ligeramente ladeada y una imborrable curvatura sobre sus labios.

Repentinamente, sintió su estómago rugir y el ruido fue notable tanto como para ella como para él, lo que hizo que detuviese sus movimientos en seco y en su rostro apareciese un gesto de sorpresa y algo de vergüenza por meterse en una situación tan penosa a causa de ello. Llevó ambas manos al área de su panza y lo apretó levemente, con un leve rubor en sus mejillas y una sonrisa tonta- Disculpa a este ruidoso, no tiene modales -Lo revolvió un poco, como si estuviese dándole un regaño a uno de sus órganos vitales, y volvió su vista a él- No he comido nada por perseguir al señor -Se rió un poco de su propio error, esperando no molestar al mayor.

Aquella joven se le hacía bastante curiosa tanto en sus expresiones como en su forma de hablar, le parecía prácticamente una niña pequeña  más que nada por su actitud noble, lo que si lo había extrañado había sido la forma de actuar momentos atrás de esa joven, no tanto por sus acciones puesto que aquello era justificable si no por su actuar es decir, hace unos momentos estaba gritándole a aquel hombre en la cara y ahora estaba tan tranquila, se quedo observándola unos momentos mientras recordaba aquello para después parpadear un poco y notar que la mirada de la pelirosa se enfocaba siempre en un punto en especifico y ese era su brazo mecánico, así que volvió su mirada dorada donde este para entonces abrir y cerrar la mano de metal  y mostrársela a la joven, volviendo sus orbes donde ella bastante tranquilo.

-Es un brazo mecánico, si quieres puedes tocarlo- Después siguió prestando atención a la pequeña pelirosa, era verdad si ella hubiese utilizado uno de los ganchos de su 3DMG contra el hombre que corría podría haberlo lastimado así que solo sonrió ligeramente. Pudo notar la diferencia en altura de ambos al parecer aquella chica era mucho más bajita que él y eso que Rokuta no era tan alto inclusive podría considerarse un sujeto bajito entre los de su género que la mayoría media entre 1.80 y 1.90, de los tipos que había visto rondar por Trost, con solo estar parado al lado de su padre se podía notar una diferencia brutal en cuanto a altura se refería ya que su padre medía 1.86 cm y él apenas y rayaba en el 1.70 cm de altura.

Él no era muy conversador pero prefería escuchar a las personas en vez de ser el que hablara, siempre solía ser más ameno de esa manera ya que él nunca tenía un buen tema para conversar de todos modos -Ya veo…- fue su única respuesta en cuanto al tema de la legión de reconocimiento, él tampoco llevaba mucho tiempo a lo mucho unos 4 o 5 años pero eso no era nada comparado al tiempo de servicio que llevaba un oficial de la elite.

Escucha el nombre de la pequeña pelirosa y observa su forma animada de presentarse, era una chica muy alegre al parecer que incluso hacía que parpadeara un poco o enarcara una de sus cejas preguntándose el porqué de ese comportamiento tan aniñado, aun así no le molestaba solo le intrigaba y bueno despertaba su curiosidad ya que eran contadas las veces con las que se había topado con personas alegres, la mayoría estaban tristes o eran muy desconfiados de los demás.

Al no confiar en la fuerza física de su brazo derecho y temer en parte el hacerle daño como lo había hecho con otra de sus compañeras de escuadrón, decide tomar la mano de la joven con su mano izquierda y llevarla a sus labios para besar el dorso de la misma mientras se inclina ligeramente, suelta su mano con cortesía y se presenta lo más educado posible.

-Rokuta Ikaruga, para servirte…- se presenta mientras esboza una pequeña sonrisa y se vuelve a parar firme logrando escuchar el estomago de Claire a lo cual parpadea un poco para después reir ligeramente - jajaja! No te preocupes, yo tampoco he comido, pero conozco un buen lugar para que tu pequeño amigo ruidoso este tranquilo …-  le comenta aquello bastante amigable para después buscar con la mirada el pequeño local de comida que él solía frecuentar cada que lo enviaban a Trost, así que cuando lo localiza sonríe triunfal y se lo señala a la pelirosada.

-Es ese de allá, sirven sopa de papa, fideos y de todo e inclusive pan recién horneado- mientras le explicaba lo que vendían su propio estomago hizo un sonido bastante curioso así que aquello logro hacerlo avergonzarse similar a como le había sucedido a Claire por lo tanto le sonrio divertido.

-¿Qué te parece si vamos?, de lo contrario nuestros estómagos seguirán protestando- La pregunta fue amigable, quería invitarla a aquel lugar conocido por sus mezclas de comida que incluían: Papa, fideos y pan, esperaba algún día poder comer un platillo con carne, aunque por ahora era un sueño lejano, ya que la carne solo era consumida por miembros de la realeza y cercanos a estos. Igual no se quejaba ya que la comida sin carne era bastante variada, pasando desde verdura hasta ricas pastas.

Abrió sus ojos con sorpresa al escucharlo decir que era un brazo mecánico, y que además de eso ¡podía tocarlo! ¡Genial! Le parecía algo fascinante el que tuviese una parte del cuerpo hecha de metal puro, y que pudiese controlarla como si fuese su propio brazo. A veces se ponía a pensar que desconocía mucho sobre los avances de la humanidad, y se propuso en su mente investigar más sobre ello. Extendió su mano con lentitud, con un leve rubor de emoción en las mejillas, acercándola a la extensión métalica. Cuando estaba cerca, la alejaba un poco por miedo a que sucediese algo fuera de lo normal, y después de hacer lo mismo como 3 veces posó su palma temblorosa sobre el miembro robótico. El color rojizo de sus mejillas aumentó al sentir la superficie fría de la extremidad sobre la yema de sus dedos, y abrió un tanto su boca con el sentimiento de admiración llenándola por dentro y por fuera- ¡E-es de metal, de verdad! -Se alejó unos pasos, impactada completamente y observándolo con brillo en los ojos. Cientos de preguntas comenzaron a invadir su mente: el cómo perdió el brazo, cómo lograron ponerle un nuevo miembro, cómo podía controlarlo, cuánto tiempo le costó acostumbrarse, si le pesaba, si era díficil llevarlo, si sentía, entre muchas otras mientras fantaseaba y murmuraba cosas para sí misma, con clara emoción en su rostro. Después de pocos segundos, regresó a la realidad, y se le acercó con rapidez, quizás invadiendo un tanto su espacio personal- ¡Es extraordinario! ¿¡Cómo puedes moverlo!? ¿¿Te es difícil hacerlo, o lo haces como con un brazo normal?? ¡Dime, ándale! -Lo interrogó conmocionada, con ambos rostros un poco más cerca de lo normal, de forma acelerada, haciendo que casi no se le entendiese lo que decía. Era inevitable que Claire sintiese una gran curiosidad por cosas nuevas o que no conociese, e hiciese cualquier cosa por saciar sus dudas, como lo hacía con Rokuta. Pobre de él si creía que lo dejaría en paz pronto.

Al parecer, el mayor no era alguien de muchas palabras, las respuestas a sus preguntas se lo indicaban. A la pelirosa no le importó, es más, le llamó aún más la atención. Le gustaba, por alguna razón, la gente no muy comunicativa, le incentivaba a hablarles hasta romper esa barrera de pocas palabras para conocerlos. Parpadeó unas cuantas veces con la cabeza ladeada, observando cómo el de cabellos ligeramente verdosos tomaba su mano para darle un beso en el dorso de la misma, tal y como lo haría un caballero ante alguien de alto rango. Le pareció adorable ésta acción, por lo que esbozó una sonrisa dulce e hizo una reverencia leve cuando se levantó- Igualmente, caballero -Dijo, fingiendo una voz madura y, al ponerse firme, sonrió con algo de picardía. Rió junto a él, sintiéndose más relajada al saber que no consideró la falta de educación de su estómago como algo ofensivo, y la curiosidad se reflejó en su expresión cuando mencionó un buen lugar para comer. Se le quedó mirando cuando empezó a buscar algo desde las alturas de los techos, preguntándose en su mente qué sería. Le señaló un lugar, unos pocos metros lejos de donde estaban y se agachó para observarlo mejor. Lucía como un restaurante-bar, muebles de madera, y desde afuera se podía ver el humo de la comida recién hecha. El tan sólo imaginarse los alimentos que ahí podría ingerir hacía que su estómago reclamara más por comida, lo que hizo que nuevamente se llevase una mano al estómago y lo apretase- Mmmm~ Suena delicioso -Comentó con sus ojos cerrados, teniendo imágenes mentales de los panes, sopas y pastas, y los abrió cuando escuchó un rugido de estómago que no fue suyo. Volteó hacia Rokuta y una sonrisa se le coló por el rostro cuando se dio cuenta que fue él, y se rió un poco- Parece que tu amiguito también tiene hambre -Le dijo divertida, levantándose y estirando los brazos.

Al terminar de estirarse, miró directamente a los ojos dorados de Rokuta y asintió con una sonrisa de aprobación- ¡Claro, me encantaría! -Miró el local una vez más, queriendo probar de una vez la comida que, según la descripción del mayor, sonaba deliciosa. No conocía muy bien los alrededores pues no era de esa ciudad, pero estaba segura de que estaría buenísimo. Comenzó a correr por los techos ni muy rápido ni muy lento, animando a que el contrario la siguiese- ¿Qué esperas? ¡Él último que llegue es una manzana podrida! -Lo retó mirándolo y corriendo hacia atrás, y luego se giró hacia adelante para seguir corriendo mientras soltaba una risita infantil.

Spoiler:

Off-rol:

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Estuvo observando con curiosidad las reacciones de la chica hacia su brazo de metal y parpadeaba un poco, en verdad no entendía del todo porque la mayoría de las personas se sorprendían al ver su brazo mecánico, posiblemente porque no había muchos sujetos que hubiesen perdido una extremidad enfrentándose contra un titán, ya que la mayoría morían en el intento de matar a una de esas bestias, entonces él había tenido suerte por así decirlo y ni hablar de los que regresaban intactos posiblemente ellos habían hecho un pacto con el diablo a cambio de ser intocables por los titanes o simplemente eran unos cobardes que salían justo cuando la peor parte había concluido.

No pudo evitar hacer su cabeza ligeramente hacia atrás con una expresión de sorpresa cuando Claire se acerco demasiado a él, se sentía un poco incomodo pero no le dijo nada, sentía que sería injusto reprochar el comportamiento de alguien que solo deseaba saciar su curiosidad por algo que le era inusual pero atractivo a su vez.

Al parecer la joven peli rosa tenía muchísima curiosidad por aquella extremidad, ni se imaginaba siquiera como sería la reacción de Claire si le contase que ambas piernas eran mecánicas por igual pero su pantalón las disimulaba bastante bien, era lo bueno de usar ropa una talla más grande.

-Ehh…yo…emm…la verdad, no lo sé…-

Aquello era en absoluto la verdad, no sabía del todo el funcionamiento de aquellas prótesis o de qué tipo de metal estaban hechas, lo único que sabía era que estas eran un peso extra que tenía que cargar en su cuerpo para poderse mover y maniobrar con el 3DMG aunque en ocasiones resultaba ser un poco lento pero compensaba esa parte con su fuerza física extra que le brindaban aquellas prótesis biomecánicas aunque no pudiese sentir absolutamente nada con estas.

La forma de ser de Claire le parecía por demás curiosa, pensó que se molestaría o algo similar por el beso que le había dado en su mano, aunque solo lo hubiese hecho para evitarle algún tipo de lesión a la joven si le estrechaba su mano con la suya de metal, ya que como se había mencionado antes el joven oji dorado hasta la fecha no lograba controlar la fuerza que ejercía con su mano biomecánica ya que no podía sentir ni el aire que golpeaba contra la misma. Al final de cuentas le sonrió ligeramente sobre todo al ver el interés que tenía Claire por conocer el restaurante-bar que le había mencionado hace unos minutos atrás.

Volvió a escuchar el rugir del estomago de Claire y rió ligeramente aunque después el estomago de él vuelve a sonar y decide cubrirlo con su mano izquierda un tanto apenado volviendo así su mirada hacia otro lado para después oír el pequeño reto de la chica peli rosa, así que vuelve su mirada donde ella y le sonríe ligeramente para luego asentir.

-Entonces, ¡tú lo serás!-

Le responde de manera agradable para entonces comenzar a correr y de vez en cuando tenía que saltar al menos para impulsarse de un techo a otro y de esa manera no lastimar la estructura de estos, obviamente no era tan rápido como Claire al correr debido al peso de sus tres prótesis mecánicas pero hacia lo que podía para estar a la par de ella.

Estando cerca del local al menos a unos dos techos más de distancia quiso utilizar el gas de su equipo de maniobra para ganar más velocidad estando en el aire, aunque no libero los ganchos para ello así que el aterrizaje al siguiente techo fue todo un reto ya que tuvo que darse una rápida vuelta hacia atrás para no caer de cara al techo ya que el gas le empujaba el cuerpo de manera que tuviese que arquearse en el proceso debido a la velocidad a la que iba, por fortuna todo salió bien al aterrizar aunque fue algo ruidoso por que rompió algunos adoquines del techo y casi cae de este al tropezarse, pero fuera de ello todo estaba bien y pudo seguir corriendo rumbo a su objetivo, quedando solo un poco atrás de Claire, aunque lo que más le importaba de momento era el llenar su estomago ya que tenía mucha hambre.