Another day alive...[Privado]

Una vez más había recordado su pasado durante la noche, así que no había podido dormir del todo al menos unas 2 o 3 horas antes de despertarse abriendo sus ojos dorados de golpe y respirando algo agitado, decidió sentarse en la cama mientras se calmaba, para entonces relajar ligeramente su mirada y volver sus orbes dorados donde la ventana, el sol apenas estaba saliendo era posible que fuesen las 5:00 am así que decidió levantarse, utilizo su mano izquierda para tallar sus ojos adormecidos con las yemas de sus dedos para al final suspirar profundamente. Sus ojos al final se enfocaron en su brazo derecho el cual era completamente mecánico, desde el hombro hasta los dedos los cuales movió ligeramente, para después abrir y cerrar su mano oyéndose ligeramente el ruido que hacia el metal.

Al final volvió su mirada donde el baño y decidió dirigirse a este, tenía que cambiarse de todos modos por si acaso sucedía algo ese día. En esos momentos solo portaba unos pantalones, así era como solía dormir todas las noches solo usando un pantalón por lo tanto quedaba su torso desnudo exponiendo la mayoría de sus cicatrices, la mayoría eran quemaduras tanto en su pecho como en su espalda. Tardo alrededor de 30 minutos en bañarse y luego vestirse, para al final atarse las agujetas de sus botas, su gorra blanca la había dejado adentro de la habitación de la posada en donde se hospedaba, no creía que fuese necesario traerla. Lo que si llevo consigo fue su equipo de maniobra tridimensional sujeto a su cintura puesto que siempre había que estar preparado por cualquier eventualidad.

Sus pisadas eran ligeramente más pesadas que las del resto de sus compañeros ya que las piernas de Rokuta eran mecánicas, pero siempre procuraba revisarlas y ajustarles lo que les faltara para que no le fueran a fallar en medio de una misión. Decidió activar las correas de su equipo de maniobra para subir al techo de una de las casas, era preferible estar elevado que estar en el suelo a merced de cualquier ataque inesperado.

Así que en cuanto uno de los ganchos se atoro en un muro de concreto activo de inmediato el propulsor con gas para impulsarse y finalmente poder llegar al techo, una vez ahí observo a su alrededor para cerciorarse de que no hubiese anomalías.El viento que soplaba en la mañana era refrescante además de que no hacía tanto calor, era un día agradable.

- Todo se ve tan tranquilo, ¿donde estarán los demás?...-

Murmuro para si mismo mientras buscaba con la mirada a algún otro miembro de la legión de reconocimiento, sabía que estaban por ahí pero el problema era ¿en donde?.

Mientras veía el horizonte desde donde estaba parado pensaba en todo lo que había pasado para llegar hasta el puesto en el que estaba en la actualidad, tal vez solo fuese un miembro más de la legión azul y aun le faltaba mucho para llegar a ser de la Élite, pero de pasar a ser un simple ciudadano a ser alguien que pudiese generar un cambio en el estilo de vida de los demás, tratar de borrar el miedo de las personas al hacerle saber su suerte a los titanes por toparse con un miembro de las tropas de reconocimiento. Era una ganancia, en verdad lo era.

Ya habían pasado aproximadamente dos años desde que había perdido sus piernas por un descuido que tuvo con un titan, por quererse hacer el maldito valiente, el precio había sido alto. Dos de sus extremidades habían sido cercenadas ese día dejándolo en estado grave y hospitalizado por tres meses mientras le ensamblaban prótesis mecánicas como reemplazo de sus piernas. El perder una extremidad siempre era duro, sin embargo él ya había perdido tres: su brazo derecho y sus piernas, había llegado en pedazos pero de ese modo pudo saber que la fuerza de un solo hombre no era suficiente contra un titan, había que cooperar con los demás del grupo, había que organizarse no lanzarse a lo idiota y planear antes de actuar, todo eso lo había aprendido sobre la marcha y a un precio que pocos quisieran pagar al enfrentarse a un titan.

Salio de sus pensamientos y abrió sus ojos sorprendido al escuchar aquel saludo y el toque en su hombro, así que quiso volver su mirada dorada donde la joven que lo saludaba, para después notar su sonrisa y relajar su semblante con una media sonrisa. Escucha lo que la chica le dice y decide responderle tranquilamente.

- Mi nombre es Rokuta, mucho gusto-

Estrecha la mano de la joven con la suya, aunque la de él era de metal. No le daba vergüenza el exponer esa extremidad mecánica, de todas formas no es como si pudiese ocultarla por siempre. Había recibido miradas de asombro a lo largo de su vida cada que enseñaba sus prótesis mecánicas, sobre todo ambas piernas sin embargo ya estaba acostumbrado, cualquiera ya se hubiese rendido al ver perdidos tres miembros por parte de los titanes en el cumplimiento de su deber, pero él seguía como miembro activo. Mientras pudiese caminar seguiría peleando, eso era lo que lo motivaba día a día, tal vez ya no sintiera sus piernas ni su brazo, pero le servían para hacer tareas diarias y moverse así que no estaba invalido de ninguna manera.

Después decide comentarle sus funciones a Sunn tranquilamente, al parecer les habían tocado funciones similares sin saberlo.

-Así es y me mandaron como apoyo, así que aquí estoy, todo esta bastante tranquilo el día de hoy ¿no lo crees?-

Quería hacer un poco de conversación con aquella joven, ya que pocas veces hablaba con algún integrante de su misma división aunque de diferente grupo. Es más casi no era tan conversador, sin embargo el conocer gente nueva en esos días era primordial ya que no se sabía que día seria el ultimo para hablar con alguien.

-Lo que me ha tocado hacer ha sido tan aburrido, solo esperar y revisar, a veces me gustaria cambiarme de grupo creo que los demás tienen cosas más interesantes que hacer dentro de nuestra división-

Le comenta aquello mientras suspira ligeramente y vuelve su mirada dorada donde las calles en las cuales transitaban algunos ciudadanos que se les quedaban viendo con extrañeza y cierta desconfianza. Aun estaba latente el temor de las personas por los titanes y solían identificar a los miembros de la legión azul con problemas referentes a esas abominaciones colosales.

Me estrecho su mano y sentí ese apretón con más fuerza de la que usualmente se usa, observe la causa de su apretón y note su mano metálica, no me tomo muy de sorpresa pues conocía a otro individuo que portaba una similar “¿serán conocidos?” pensé mas no era por el simple hecho de tener esos brazos en común si no que el brazo o muñeca que usaba el joven se parecía bastante al diseño de un compañero estacionario.

Tras el saludo comparamos informes –Vaya, el tuyo parece ser más “aburrido” –le dije tras intercambiarnos cartas, sacudí mi mano discretamente por el dolor, seguramente no media su fuerza  al apretar su mano y observe como retomaba su puesto.

-Esperar y vigilar…Bueno te toco algo fácil, no tienes que caminar entre las calles- Recargue mis manos en los costados de mi cadera y cruzando miradas con los ciudadanos que nos veían con temor – No tienes que aguantar ese tipo de miradas injustas pero siendo honesta…Creo que si estuviera en su lugar igual tendría miedo de los soldados…pero no por ser ellos si no que me recordaría que hay algo afuera que nos puede destruir fácilmente y el hecho de que estemos aquí insinúa que algo pasa, problemas.

Perdí mí vista en esos ciudadanos viendo cómo se alejaban de nuestra zona, hice una leve pausa y todo se quedó en silencio, al parecer mi comentario no fue el indicado por que lo que quería era entablar una conversación amena y no algo deprimente.

-Bueno, esto me recuerda a mis entrenamientos en la división a la que pertenezco, son demasiado extremos pero uno no puede evitar emocionarse…-di una leve pausa tras una pequeña risa- bueno no es como si te importase mis comentarios pero desde que Salí de mi entrenamiento como novata y me aliste al grupo de C.A.I.N. he mejorado en varios aspectos, mas no deja de ser duro –coloque mi mano derecha sobre mi hombro lesionado, tenía una gran herida a causa de esas difíciles prácticas y aun me dolía-  así que aprovecha estos momentos de calma, no siempre los hay.

Le dedique una pequeña sonrisa aunque no creo que la haya notado, en eso una piedra me rosa cerca de mi mejilla causando un leve corte –que demo…- me toque la mejilla al mismo tiempo que observe la dirección de su procedencia, era un niño, un niño con un bonche de piedras el cual comenzó a lanzarnos, logre esquivar piedras mientras me quitaba del camino de otras con calma, tras eso el niño se queda sin “armas” nos saca la lengua, nos insulta y se va corriendo.

-¿¿Qué demonios fue eso?? –hice una leve pausa esperando respuesta y me asome al borde del techo para divisar más “problemas”- tendré que ir a revisar.

Dije al tiempo que me bajaba del techo con un salto y revisaba la zona, puede que sea una simple travesura de un mocoso más debía cerciorarme – Si quieres puedes quedarte aquí Rokuto, no creo que haya más problemas que un ni… - no termine mis palabras y un puñetazo dio a mi rostro dado por un hombre  corpulento y debido al gran impacto caí al suelo tocándome el rostro “ Por qué siempre me pasa esto…se está volviendo frecuente los golpes sorpresa!” pensaba en el suelo.

-Jamás se me olvida un rostro...y menos de esta mocosa maldita. -dijo el hombre con una sonrisa tras haber dado victorioso su golpe. Conocía a ese hombre en "aventuras pasadas" pues tiempo atrás tuve que proteger a un chico de la nobleza de el y su banda de ladrones, mas pensé que ese problema debió quedar atrás, no debí darles el perdón y solo intimidarles pues al parecer vienen por la venganza, debería ser mas severa con los castigos que solo hacer que los arresten.

Pudo notar que la joven sacudió ligeramente su mano, así que decidió disculparse, supo en esos momentos que no había medido su fuerza ya que no sentía absolutamente nada con ese brazo ni con sus piernas que permanecían cubiertas por el pantalón y sus botas. Eso si que hizo que se avergonzara un poco y volviera su mirada dorada hacia otro lado.

-Lo siento, creo que me excedí- esperaba que esa disculpa fuese suficiente, de todas maneras no era muy bueno en ello. La escuchó de nuevo hablar sobre lo que le había tocado hacer a él y que al parecer era fácil pero bueno eso no le quitaba lo aburrido, él solo volvió su mirada donde ella y le sonrió ligeramente. Observo que la mirada de la joven se desviaba donde los ciudadanos que pasaban y él decidió verles por igual con ligera seriedad.

-Yo estuve en el lugar de ellos tiempo atrás, aun lo recuerdo y no es agradable pero es normal sentir miedo, aunque es poco usual hacerle frente…- le comenta aquello a Sunn de manera tranquila mientras recordaba algunos fragmentos de su pasado fijando su mirada en los ciudadanos que se alejaban del lugar, ¿a dónde irían?, aquella acción despertó su curiosidad.

Después volvió a escuchar las palabras de Sunn y volvió su mirada donde ella al escuchar las siglas de su división “C.A.I.N.” había escuchado de aquella división conformada por miembros de la legión de reconocimiento aquellas platicas sobre divisiones, grupos  y demás se escuchaban en los bares ya fuese de boca del propio barman o de algún ciudadano interesado en unirse y de ahí habían nombrado aquel grupo que tal como decía Sunn, solo se aceptaban aquellos que podían sobre llevar un entrenamiento por demás extremo e insano.

- ¿Estas en la división C.A.I.N.?- Pregunto sorprendido enarcando una ceja, para luego interesarse aun más en querer formar parte de aquel grupo que se decía era uno de los mejores -Si de casualidad están aceptando miembros aun, me agradaría formar parte de su división- le dice seguro de ello y sin titubear, esbozando una ligera sonrisa, quería probar de lo que era capaz y demostrar que podría ser un buen elemento activo en aquel grupo.

Pudo notar cuando Sunn se froto su hombro lastimado y eso le hizo esbozar una mueca de extrañeza pero luego fue más de ligera preocupación, en verdad ¿aquellos entrenamientos eran tan duros?...Al parecer si, Sunn ya le había dicho todo con esa acción. De repente siente un pequeño corte en su sien izquierda y esto le hace parpadear ligeramente para después volver su mirada donde la de Sunn y notar al niño, frunce el ceño ligeramente molesto y vuelve de nueva cuenta su mirada donde la joven cuando esta se lanza para ir a averiguar la fuente de ese “pequeño problema”, no tuvo ni tiempo de decirle que no fuera porque sentía que algo no estaba del todo bien. Aunque Sunn le dijera que esperara él no lo haría, algo no olía nada bien y quiso ir a investigar después de que ella fuese.

Lo que encontró le hizo enojar, ¿Cómo era posible que un tipo le pegara a una mujer?, malditos imbéciles que no respetaban ni a sus propias madres. Así que quiso llamar la atención de ese gorila idiota estando tras de él a una distancia moderada. Mientras sonreía de manera sarcástica -¡Vaya! ¿Te haces llamar hombre pegándole a una mujer?!- Le pregunto a aquella masa de testosterona que creía tener a Sunn acorralada levantando la voz para que le escuchara.

-La única cara que vas a recordar va a ser la mía, porque va a ser lo último que vas a ver…- decidió quitarse su gabardina de la legión de reconocimiento y dejarla sobre un cajón que estaba a un lado porque no deseaba manchar el nombre del escuadrón por el que prestaba sus servicios. Aquellas palabras que le había dedicado al individuo solo eran como mero escarmiento, no lo iba a matar solo a dejarle una lección.

Afilo su mirada dorada y su seriedad salió a flote, estaba enojado y sin dudarlo se lanzo donde aquel sujeto, a sabiendas que era mucho más alto que él y posiblemente más fuerte decidió tomar velocidad al correr para así barrerse en el suelo y pegarle con la suela de sus botas en el tendón de aquiles ((situado un poco arriba de los tobillos)) para enviarlo de espaldas al suelo, suponía que aquel golpe si que seria doloroso, sumando el poder de sus piernas de metal más el grosor de la suela de sus botas, era un golpe que te haría sacar un grito de dolor a lo mucho.

Aprovecho esos momentos para ir donde Sunn y ayudarla -¿Estás bien Sunn?...- Le pregunta un tanto preocupado mientras trata de ayudarla a ponerse de pie con cuidado. El sujeto similar a un gorila enorme permanecía en el suelo y la verdad esperaba que no se levantara, aquel golpe solo le dolería horrores pero no seria para nada mortal.

El hombre tuvo una discusión corta de palabras con Rokuto, me mantuve en el suelo unos momentos y  aleje la mano que tenía en mi rostro, sangre, el hombre me había golpeado tan fuerte que mi boca salía un poco de sangre, cuando me gire para detener la pelea verbal Roku se quitaba su chaqueta de legión.

-Roku basta, solo es un ciudadano  enojado, podemos arreglarlo con las palabras…- dije despacio volteando hacia el despacio pero al instante el chico se lanzó contra el corpulento hombre, observe como el pelioscuro derrumba a este de una forma muy fácil y a mi parecer fue extraño que ese simple golpe le bastara para quedarse en el suelo, seguramente hizo algo que no alcance a notar, tras eso Roku me ayudo a levantarme, para ser un solo golpe en mi rostro demuestra mucha preocupación “que amable” pensé.

-Debes enseñarme ese truco, no se levanta...-observe al hombre quejándose mientras abrazaba su pierna y tras un momento se empieza a reír.

-Maldito mocoso, ¿¡enserio creen que venía solo!? …vengo a saldar una cuenta, me hiciste ir a prisión!!

Tras eso el hombre chasquea los dedos y salen más “amigos” rodeándonos con risas, algunos tenían armas punzocortantes y otros armas caseras, se notaba que no venían a un baile, mucho menos a hablarnos sobre la religión de los muros, levante el rostro y vi a varios más en el techo.

-¿Enserio solo vienes por mí y sin invitación? –dije con un aire de burla y limpiándome la sangre de mis labios mientras observaba a los individuos, en realidad los estaba contando, había los suficientes para morir aquí, regrese la mirada al hombre que le ayudaban a levantarse, esto era sospechoso…Sé que en el pasado le arrebate su libertad por intentar secuestrar a un noble, al parecer ese ojo perdido también me lo cobrara, lastime a varios de sus hombres sin contar que fui a su territorio y le destruí varias casas (todo para salvar al mismo noble)  pero era lo justo, un tiempo en prisión era lo que se merecía y más, pues es un hombre de mal que seguramente no aprovechó ese tiempo para reflexionar aun así sospechaba que el motivo de su visita fuese más profundo que unas simple venganza.

Si peleábamos corríamos el riesgo de morir y no quería que mi compañero apenas conocido sufriera las consecuencias por mi culpa, lo mire el me devolvió la mirada como si esperase mi respuesta.

-Me vengare por todo lo que me has hecho, dejare abajo la reputación de los legionarios que salen al exterior, ¿cómo? Para eso te necesito viva…Y ahora también me encargare de ti! –apunto a Rokuto y dijo todo esto tras una risa malvada y pequeños quejidos de dolor pues aun no podía ni caminar, trono los dedos nuevamente y se retiró junto a sus ayudantes, me moví para intentar seguirle pues no podía permitir que se escapara una vez más pero eso no paso pues los demás “soldados” que estaban a su favor interrumpieron mi paso quedando así más que atrapados en el centro.

-Rokuto…Perdón por meterte en estos problemas...–acerque mis manos a las espadas de mi 3DMG lentamente pues tenía todos los ojos puestos en mí, cualquier movimiento en falso y se abalanzarían – prometo que te sacare de aquí sea lo último que haga.

Apreté mis dientes y observe a todos listos para atacar, “que están esperando?” pensaba frustrada mientras intentaba respirar lo más lento posible, si me detenía a pelear podría ganar tiempo para que Rokuto saliera de aquí con esfuerzos y tal vez pedir refuerzos de algún modo, lo que me preocupaba era eso de momento y sobre todo la herida más fuerte qué tengo en mi hombro, pues apenas acaba de ser tratada y si hago mucho esfuerzo podría abrirse…Gruñí molesta pues cada que lo pensaba y daba vueltas en el asunto no conseguía ver otra opción más que pelear.

“Dancho, usted que haría en esta situación…” pensé pues él era más veterano que yo y experto en estas situaciones, tome un respiro hondo y dije en voz alta –Solo me quieren a mí, déjenlo ir! De lo contrario les partiré los huesos. –espere a la respuesta de los hombres, el líder que Roku había golpeado se había marchado así que solo quedaba la autoridad del más fuerte en ese momento, siendo uno los que responde con risas y negando mi petición, era obvio que no lo dejarían ir ni mucho menos a mí, les mire enojada pues lo menos que quería era un gran conflicto y no tenía más remedio que luchar, no observe nada a mi alrededor que me pudiera dar una mano.

-Bien, entonces tendré que abrir paso…y terminar con esto de una vez -mi corazón latía tan rápido que lo escuchaba en mis oídos, lo menos que quería era demostrar temor o nerviosismo, cualquier movimiento que hiciere incluso con mi cara lo quería evitar para mostrarles algún tipo de miedo, como podría una chica de 17 años contra estos hombres? Justo eso íbamos a observar. El hombre dio el grito de inicio y se abalanzaron hacia nosotros, rápidamente me hice hacia atrás donde estaba Roku y lo tome de su mano metálica para jalarlo bruscamente, los hombres nos caían del cielo y nos perseguían , rápido nos cubrieron la zona de salida y uno de ellos lanzo un espadazo con su machete apenas logrando cubrirlo con una pequeña daga que tenía en mi cinturón, lo suficiente mente grande para guardarse ahí, tenía que hacer mucha fuerza para detener ese impacto, solté a Roku pues no podía mantenerlo más tiempo así y empuje al hombre, otros de estos se abalanzo y me hice hacia atrás empujando a Roku nuevamente, quería evitar a toda costa el pelear aunque supongo que el chico no estaría de acuerdo conmigo.

-Rokuto Tenemos que abrirnos paso de alguna manera! Son demasiados!- levante la voz mientras peleaba contra uno de ellos y desarmarlo- Pero recuerda que no podemos matarles!

Le sonríe tranquilo a Sunn cuando ella le pregunta por lo que hizo para lograr tirar a ese hombresote y solo asiente -Si salimos vivos de esto, si- le dice con tono de burla a Sunn, puesto que pensaba que solo era aquel hombre, hasta que lo escuchó reírse fue que volvió su mirada dorada donde este y parpadeo ligeramente cuando aquel sujeto chasqueo los dedos y de la nada salieron miles de personas al parecer ayudantes de ese maldito, a donde quiera que voltease había tipos con armas, en el techo, al frente y atrás.

Estaban rodeados, esto solo hizo que afilara su mirada, tendría que estar alerta para cualquier reacción de esos sujetos, la única ventaja que tenía de su lado eran sus propias prótesis mecánicas que con un simple golpe bien dado podía dejar inconsciente a uno de esos sujetos, así que procuraría aprovechar aquello. No tenía ni idea en qué problemas se había metido Sunn pero fuese lo que fuese le iba a ayudar, al final de cuentas eran compañeros.

Volvió la mirada donde el hombre que estaba siendo ayudado por su subordinado a ponerse de pie cuando este comenzó a hablar, guardo sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras aquel hombre acababa de decir lo que tenía que sacar a flote para entonces burlarse de él esbozando una ligera sonrisa -Lo único que vas a cumplir va a ser el convertirte en comida de Titan- observo cuando aquel sujeto se retiraba un tanto ofendido y Sunn lo seguía para intentar atraparle, pero lamentablemente otros soldados le habían tapado el paso y estaban decididos a acabar con ambos ahí mismo, él tuvo que retroceder ligeramente para luego acercar por igual una de sus manos al mango de una de sus espadas del 3DMG, sin embargo no la desenvaino y simplemente fijo su mirada al frente escuchando lo que decía Sunn para entonces responderle  -Somos compañeros de escuadrón y vamos a salir los dos de esto, no te voy a dejar atrás, los dos supongo nos hemos enfrentado a peores cosas  y me refiero a los titanes, esto no es nada comparado a lo que hacemos día a día Sunn, si sobrevivimos a esas bestias colosales podemos librarnos de esto - dijo aquello con suma firmeza y seguridad sin titubear siquiera. En esos momentos recordó lo que le había dicho su padre cuando estaba internado por segunda vez en el hospital, cuando perdió ambas piernas: “Si quieres seguir sirviendo en la legión de reconocimiento, recuerda que el miedo es una opción y solo tú eres el único que decidirá si quieres tomarla o encararla” eso era lo que le había dicho su padre para que poco a poco fuese alejando ese miedo de morir tan latente que tenía en ese tiempo, aun estaba fresco aquel sentimiento de terror a los titanes y se avivaba cada que veía sus piernas de metal o su brazo derecho, sin embargo prefería hacerle frente que sucumbir a este hasta el punto de perder la razón y cometer una locura.

A sus escasos 18 años ya entendía lo que era luchar por sobrevivir y amanecer un día más para contarlo, por eso no se rendiría frente a esos malditos bastardos. Cuando Sunn lo tomo de la muñeca de su mano metálica y lo jaló fue que salió de sus pensamientos y volvió su mirada donde ella para entonces correr a su lado. Los individuos habían iniciado la persecución, él solo corría con Sunn para buscar una salida de aquel lugar sin embargo uno de los tipos los atacó haciendo que la concentración de su compañera y la de él por buscar una ruta de escape se fuese por la borda, no había otra alternativa más que pelear para crear una salida. Sintió como Sunn lo hacía a un lado para bloquear un ataque directo con una pequeña daga que ella poseía, aquello lo impresiono pero presentía que su compañera no resistiría mucho la fuerza de aquel sujeto así que quiso intervenir.

-Sunn! apártate!- Levanta la voz al decir aquello y aparta a Sunn sin tanta rudeza usando su brazo izquierdo para colocarla atrás de él, para entonces usar su brazo derecho mecánico y bloquear el ataque de aquella espada, solo se logro escuchar el filo de aquel arma chocando contra el metal duro de su brazo, empujo este hacia adelante para hacer que aquella espada se apartara de su rango de visión y de esa manera poder darle un rodillazo certero en el estomago a aquel hombre que cayó desmayado en el suelo, claro sus piernas eran de metal por igual así que sería como si una pelota de futbol o algo peor impactara en el estomago de una persona, caería de inmediato al suelo al haber liberado el aire por la boca de un solo tirón.

El mismo procedimiento siguió con los demás atacantes, metía su brazo derecho para bloquear y sus piernas las usaba ya sea para dar rodillazos o romper el equilibrio de sus agresores, dejándolos tirados en el suelo un tanto adoloridos. Uno de aquellos tipos dirigió su ataque a una de las piernas del joven peliverde logrando incrustarle la navaja en el metal de la pierna que seguía cubierta por el pantalón, aunque el mango acabo desprendiéndose del filo del arma y lo último que vio aquel sujeto fue la rodilla contraria del menor dándole en la cara antes de quedar inconsciente en el suelo. Él no sentía dolor alguno en sus prótesis mecánicas de lo contrario eso seria una verdadera desventaja.

Entre Sunn y él ya habían dejado noqueados a la mayoría de esos sujetos, solo quedaban algunos que al ver la escena comenzaron a sentirse intimidados, el ojidorado solo sonrió con cierto sarcasmo mientras cerraba su mano mecánica formando un puño -¡¿Y bien?!, ¡¿quién sigue?!- estaba algo cansado se le podía escuchar en su respiración habían sido demasiados tipos los que habían dado una buena pelea e incluso casi le arruinan una de sus prótesis, la de la pierna derecha. Pero no se rendiría y menos sabiendo que Sunn estaba lastimada de su hombro y su mejilla por igual, esos tipos se lo iban a pagar con una buena paliza.

Quería asegurarse de que nadie más los seguiría y que podrían irse tranquilamente de ahí a curar sus heridas, por fortuna él estaba rentando en una posada de la ciudad así que si lograban salir de ese problema, podrían descansar un rato. Le habían quedado algunos pequeños cortes en su mejilla derecha y en el puente de su nariz además de su pecho aquel era un corte diagonal que iniciaba en su costado derecho y terminaba en su hombro izquierdo. Sus agresores habían cortado tanto su chaleco marrón como su camisa interior blanca, la correa tipo cinturón que pasaba en horizontal por su pecho y formaba parte de su uniforme extrañamente había soportado el corte, suponía que era porque estaba hecha de cuero grueso en vez de tela o algo similar. Todo esto se produjo debido a algunos navajazos que no había logrado esquivar de manera efectiva, por fortuna no había pasado a mayores puesto que solo eran cortes superficiales.

La pelea se volvía intensa, Roku me alejo de le rápidamente para tomar mi lugar contra la espada, le había gritado las indicaciones de no lastimarles pues aun siendo nuestros agresores no podía arrebatarles la vida por el simple hecho de que son ciudadanos y tienen un motivo por el cual están de este bando,  Me coloque tras del pelinegro y me puse en posición de pelea, varios hombres se abalanzaron y yo avance colocándome en medio de estos mientras corría, quería alejar a la mayoría de Roku para que no tuviera tanto problema, porque me molestaba tanto en protegerle? Por qué Rokuto era inocente, además de ser mi compañero y como el bien dijo hemos superado cosas más difíciles que estar acorralados.

Al estar entre los hombres esquivando los golpes y alejándome un poco, aprovechaba  para hacerles tropezar y tumbar a algunos para alentar lo más posible a los atacantes, en eso una pequeña lluvia de piedras se hizo llegar “ ¿¿pero qué carajos es esto??, se parece al entrenamiento que tuve en Cain…” pensaba extrañada mientras me ocupaba más en esquivar e inmovilizar en uno de los ataques y usando a uno que otro de escudo para llegar hasta unas lonas donde no me alcanzaran las piedras que eran lo suficientemente grandes para dejar inconscientes en punto débiles,  era realmente difícil seguir el paso con el peso del 3DMG pues en estos momentos me seguiría siendo inútil si no empezaba a utilizarlo “espera. Por qué no se me ocurrió antes!” lance mis arpones entre un grupo considerable de estos que venían hacia mí y me coloque tras varias cajas pesadas y apiladas en ese pasillo estirando mis cuerdas, una vez coloque mis piernas en las cajas que podía abarcar  active el dispositivo para que regresaran las cuerdas e impulsarme hacia la pared  embistiendo así al grupo de hombres.

Me levante rápidamente algo sorprendido de que mi plan funcionara pues realmente no le veía mucho avance, uno de los hombres me detuvo deteniéndome por la espalda y colocando sus manos tras mis hombros y nuca haciendo que mi herida del hombro se rasgara rápidamente, eso me hizo quejarme por el dolor,  uno aprovechó la situación para intentar cortarme ya sea una pierna o tal vez un brazo, no di tiempo que se descubriera pues lance al tipo que me detenía inclinándome con brusquedad hacia enfrente, una vez libre me presione el hombro con fuerza, no sabía si mi herida se había abierto o simplemente fue el estirón, corrí hacia la dirección de  Rokuto pues recordé que le habían cortado la pierna y posiblemente estaría en muchos problemas, saque mis espadas al fin y me puse pelear con algunos hombres  para dejarles inmovilizados con pequeños cortes en su cuerpo,  al llegar con el pelinegro me había equivocado, estaba de pie pidiendo el siguiente “retador”  se notaba cansado pero al parecer no se iba a detener, mire a su alrededor y algunos hombres decidían alejarse de el

-Roku, elévate! –Dije al instante que vi el descuido de los hombres, lance uno de mis arpones hacia un grupo de hombres cerca del chico para que se asustaran y él se elevara, acto seguido lance el filo de una de mis espadas a una cuerda que sostenía  la lona de algunos puestos cayendo en el otro grupo de hombres cercanos a Roku, él se elevó y yo le seguí llegando al techo – Corre! -le toque el hombro y lo empuje a mi dirección para indicarle el camino, parecía una escena cómica entre comillas pues huíamos de una horda de hombres furiosos lanzándonos cosas y objetos con filo- Si conoces algún lugar para escondernos, este es el momento de decirlo –le mire mientras corríamos entre techo y techo  hasta apartarnos lo suficiente con el 3dmg.

Al ver que los sujetos huían decidió ir a apoyar a Sunn, quitando a algunos individuos de su camino ya fuese a golpes o patadas sin importarle que su prótesis de su pierna derecha estuviese con el filo de una navaja encajada en esta, de todas maneras no sentía dolor y procuraba dar golpes sin mucha fuerza para solo dejarlos inconscientes sin mayor problema. Después de todo no podía matarlos, aunque ganas no le faltaban.

Cuando escuchó a Sunn decirle que se elevara fue cuando vio que venían todavía más sujetos donde la dirección de ellos sumando la lluvia de piedras que caia gracias a algunos bastardos que permanecían en los tejados de las casas, él se cubrió con su brazo mecanico de estas y otras las tuvo que esquivar ya que eran de tamaño mediano, al final cuando tuvo una oportunidad activo los arpones de su 3DMG para que estos se clavaran en muros cercanos y así poderse elevar junto a Sunn, había recibido uno que otro piedrazo en la espalda y otro en uno de sus hombros por detrás, se quejo ligeramente para después apretar los dientes con enojo, ¡mierda! ¿qué no los planeaban dejar en paz?!. Mientras se aguantaba el dolor decidió correr con Sunn y saltar de techo en techo usando el 3DMG para moverse con mayor rapidez. Escuchó la pregunta de Sunn y volvió su mirada donde ella asintiendo con su cabeza ligeramente sin detenerse en ningún momento -Si, conozco uno está cerca de aquí, vamos- continua corriendo junto con Sunn y esquivando los objetos punzo cortantes que les lanzaban los malditos bastardos que los querían ver muertos.

Al final logra divisar la posada en la que se hospedaba, por suerte él se hospedaba en el piso de arriba justo en la ventana que daba al frente del local, estaba cerrada pero sabía que solo había un modo de entrar a ese lugar sin tener que bajar y arriesgarse a ser atrapados por aquellos idiotas, así que volteo su mirada de reojo donde Sunn y luego hacia el frente para entonces avisarle a Sunn que ya habían llegado a su destino al fin -Es ahí, vamos Sunn!- de nueva cuenta libera sus arpones de su 3DMG y hace que estos se engancharan en el muro que estaba al lado de la ventana para después impulsarse con el gas del equipo de maniobra, pasa sus piernas hacia adelante mientras tomaba velocidad al vuelo y usa sus piernas para romper la ventana  e ingresar al lugar retrayendo nuevamente los ganchos de su 3DMG mientras cae estrepitosamente al suelo de madera tallada y rompe un par de cosas en el proceso ya que no pudo frenarse a tiempo - Ahh! maldición!...- en esos momentos ya se encontraba sentado en el suelo sobándose su cabeza con su mano izquierda y con una ligera mueca de dolor porque prácticamente había aterrizado con la cabeza  al no poder frenarse en absoluto.

Espero a que Sunn ingresara al lugar por la ventana que él había roto al impulsarse hacia el frente mientras tanto la puerta de su habitación se abrió de golpe y tras esta se encontraba el dueño de la posada con un rifle, era un hombre de edad avanzada, Rokuta no tuvo otra opción más que levantar  las manos a la altura del pecho y fijar su mirada dorada en aquel hombre que seguro ya lo conocía aunque a veces se le iba la memoria debido a que ya era un anciano, fue entonces que noto que el hombre bajo el arma reconociendo al joven peli-verde ” Ohh! Roku-kun eres tú! Pensé que había sido un titan o algo así, se oyó un ruido muy fuerte…” entonces el hombre de barba blanca y espesa, cejas pobladas y de igual color que su barba abrió sus ojos con sorpresa al ver el desastre y reprendió al joven ”Ohh!! Mira nada más el desastre que has hecho!! Vas a tener que pagarlo ¿sabes?!...oye ¿qué te paso? Pareciera como si hubieras salido de un basurero” el dueño de la posada le vio con curiosidad al notar su estado físico, Rokuta solo suspiro ligeramente y asintió -Lo hare cuando reciba mi paga…y ¿esto? Son gajes del oficio…- se señalo su rostro cortado y golpeado además de sucio mientras sonreía ligeramente y le decía lo último, el dueño de la posada solo se rasco la nuca algo confundido para luego restarle importancia al asunto y retirarse de la habitación, mientras no sucedieran más ‘sorpresas’ él estaría tranquilo.

El joven peli-verde se levanto del suelo y se sacudió un poco el polvo y los pequeños pedacitos de vidrió que habían caído sobre su ropa, para después ver a Sunn ya más tranquilo -Bienvenida a mi hogar temporal- le sonríe de forma amigable para después ir donde su escritorio y apoyar su pierna derecha sobre la silla comenzando a jalar con su mano derecha de metal  el pedazo de cuchilla que tenía incrustado en su prótesis mecánica, cuando logro sacarlo decidió tirarlo a la basura, por suerte no se había incrustado tan profundo como para cortar algún cable que le impidiese moverse, lo que si es que le había hecho un pequeño agujero que tendría que soldar o parchar con alguna otra pieza de metal. Lo bueno es que él compraba piezas de metal en la ciudad cada que tenia tiempo libre para así poder crear sus propias refacciones para sus prótesis mecánicas cada que se dañaban.

En su habitación había lo necesario, como una cama, un sofá, un baño completo de tamaño mediano, una cocina pequeña que casi no usaba, un escritorio con su silla, un pequeño cubo de basura y al lado de este un estante de madera con piezas de metal en cada espacio, no era muy ordenado que digamos, su ropa la guardaba en los cajones de su escritorio ya que no tenía un ropero.

Abrió uno de los cajones de su escritorio y saco una camisa de tela gruesa, la hizo bola entre sus manos y luego fue al baño para mojarla con agua fría, una vez hecho esto regreso donde se encontraba Sunn y se lo dio en las manos tranquilamente -Ponte esto en tu mejilla para que se desinflame mientras yo le pondré un parche a la ventana- le comenta aquello bastante tranquilo a Sunn para luego ir por la colcha blanca-grisácea de su cama, agarrar un par de tornillos de su anaquel y un martillo para comenzar a clavar las orillas de la colcha con los clavos, no era una colcha tan gruesa así que no les taparía mucho la luz solo impediría que el viento entrara de forma estrepitosa a la habitación. Tuvo que usar la silla de su escritorio para lograr hacer aquella tarea de intentar tapar la ventana con la colcha ya que aquella ventana estaba algo grande.

Observe que Rokuto se dirigía a un edificio y sin frenar iba hacia una ventana “ por favor, dime que no lo harás” no sabía si era su casa o una ajena y pensaba que estaría loco de intentar romper el vidrio, justo cuando termine de pensar eso termino por lanzarse de golpe y entrar a esa habitación rompiendo el cristal.

-Roku!! –grite sorprendida deteniéndome, habíamos perdido a los hombres pero aun los escuchaba venir por nosotros así que suspire un poco frustrada y me lancé con la misma fuerza para pasar por la ventana ya atravesada, después de todo que otra opción tenia? Lo mínimo que quería era causar más problemas pero prefería en esta ocasión pedir perdón a pedir permiso.
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Divise a Roku mas al frente, había tenido un aterrizaje fuerte así que evite a toda costa chocar con el girando en el suelo para terminar de pie, casi pierdo el equilibro avanzando hacia enfrente y detenerme con mi mano en su hombro, al instante que me detuve observe a un hombre anciano con un arma de fuego lo cual me sorprendió, no entendía bien la situación pero rápidamente observe por la ventana para ver si nos seguían, tome rápidamente una de las mantas que había sobre la cama de Roku y la coloque por fuera de la ventana para que no se notara el impacto, no duraría mucho pero lo suficiente para que pasaran de largo esta zona, regrese con los presentes que tenían una breve discusión y suspire, al parecer el asunto se había calmado, volví a mirar al joven de una forma preocupada y algo molesta por el  altercado.

-Lo siento, pero esto te va a doler…-apenas dije eso y vi como el chico peliverde se sentó a quitarse el cuchillo con su propia mano “¿acaso no le duele? Inclusive se lo quita como si no tuviera problema…” pensé viéndole extrañada, claro que no conocía su condición física y a mi parecer era extraño que soportara tanto dolor como para correr. Quede un poco en shock viendo cómo se quitó el cuchillo sin problemas, observe con más atención su alrededor, incluso había un mueble con partes metálicas que me daban a entender que con frecuencia tenía que atender su brazo biónica, pero serian demasiadas piezas para un solo brazo, al menos que…

Rápidamente tome una pequeña toalla que estaba recargada sobre una silla para según yo detener la sangre, me acerque a su pierna y le coloque la toalla presionando ligeramente y tomando su mano para colocarla encima de su herida.

-Mantenla presionada –le dije mirándole a los ojos con un claro “ quédate quieto” más vi como ignoro mi petición y se levantó como si nada regresando con un trapo frio para mí, que en realidad supuse que sería una camisa de el al observarla mejor. –cómo es posible que camines con tanta naturalidad, te apuñalaron la pierna, deberías estar quejándote de dolor –le mire extrañada, me era incomodo tener que preguntarle directamente, mire la toalla en el escritorio pues la había dejado ahí, no tenía rastro de sangre lo cual me pareció más extraño, todo apuntaba a que o no le hizo ningún daño ese cuchillo o tenía una pierna biónica como su brazo. Pase un trago de saliva de forma pesada y no me queje ante su petición colocándome el trapo en mi mejilla con un leve sonrojo,  la verdad si necesitaba sentarme o mínimo atender mis heridas “ tsk no salgo de una para estar en otro problema” pensaba mientras tomaba asiento y veía como Roku reforzaba su ventana.

-En todo caso, deberías atender también tus heridas, discúlpame por meterte en estos problemas nuevamente, no es común en mi ocasionar líos pero como veras esto es un encuentro pasado, debo investigar a fondo que es lo que quieren ahora y detenerles o al menos alertar a las autoridades –decía levantándome de nuevo, no podía descansar sabiendo que nos buscan y podrían causar daño.

Tanta seriedad y tranquilidad por parte del peliverde me hacia sospechar, sumándole eso a su herida sin sangre, acaso el era parte de la banda? era algo que tenia que tener en mente ,por que pensándolo bien apenas lo conocí paso esto y al parecer no estaba herido, eso significa que fue planeado? todo eso pensaba rápidamente mientras lo observaba con tal calma arreglar esa ventana, Me aleje un poco de el esperando alguna respuesta y lista para atacar en caso de que algo pasara, conocía bien que con su brazo podía dejar inconsciente, al mismo tiempo no debía dar pistas de que sospechaba de el así que intente actuar con naturalidad y verificar que mis sospechas eran ciertas.

En esos momentos él estaba sumamente enfocado en colocar la colcha como refuerzo para la sabana que había colocado Sunn y así poder cubrir la ventana que él había roto, simplemente no había tenido una segunda opción al actuar. No tardo mucho pero igual al terminar escuchó a su compañera y dirigió su mirada dorada donde ella en esos momentos pudo notar aquel pequeño sonrojo en las mejillas de la pelinegra cuando se puso la camisa con agua fría sobre su mejilla y debía admitir que se veía muy linda así, se había quedado con cara de idiota por unos momentos para después parpadear un poco y volver a la realidad al presenciar la curiosidad de la pelinegra sobre su pierna ‘herida’ así que decidió sentarse en una silla de madera cercana a donde estaba Sunn y esbozar entonces una ligera sonrisa con un toque burlón -No estoy lastimado Sunn, si lo estuviera no habría podido siquiera correr por los tejados y te habría dicho que escaparas sola- le comentaba aquello bastante tranquilo para luego agacharse y desgarrar un poco la tela de su pantalón a la altura de la espinilla con ayuda de su mano mecánica y su mano que aun era de carne y hueso, la única extremidad ‘humana’ que le quedaba. Había hecho una abertura un poco grande en su pantalón para mostrarle a Sunn la verdad y que dejara sus preocupaciones de lado. Se levanto de donde estaba sentado y le mostró su pierna mecánica a través de aquella rasgadura que se hizo en el pantalón.

-Esto pasa cuando te crees superior a un titan por solo tener la oportunidad de empuñar el equipo de maniobra y cuando te rehúsas a trabajar en equipo con los de tu división…yo aprendí mi lección por las malas, aprendí a nunca más subestimar a los titanes y a cooperar con mis compañeros en un ataque sin importar que tan sencillo se vea, siempre vas a depender de alguien y ese alguien de ti…- Después de decirle aquello con ligera seriedad se agacho de nuevo e hizo una segunda rasgadura en su otra pierna dejándole ver a Sunn que las piernas que poseía eran biónicas, ninguna era de carne y hueso, ambas habían sido cercenadas por los dientes de un titan estando consciente de ello en el momento del suceso.

-Sin estas cosas Sunn, estaría condenado a una silla de ruedas el resto de mi vida esperando a ser comida de titan, así que mientras pueda moverme con estas piernas es todo lo que me importa…no voy a dejar de servir a la legión ni de apoyar a mis compañeros hasta el día en el que muera - Le sonríe ligeramente para luego hacerle una inclinación de cabeza a Sunn en señal de respeto. Cuando se puso firme de nuevo la volvió a escuchar y la observo sonriendo ligeramente.

-Si necesitas mi ayuda para ello, no dudes en decírmelo ahora que ya sabes mi secreto para aguantar golpes- Le dice lo último en un tono bromista al menos para romper la tensión generada anteriormente. Después de eso decidió ir por un pañuelo al baño y limpiarse la cara con este para al menos quitarse un poco de la suciedad y sangre seca del rostro, cuando termino tiro el pañuelo en el pequeño bote de basura, para luego ir donde Sunn esperando sus indicaciones. Como ella había dicho anteriormente tenían que moverse porque si los individuos averiguaban donde estaban serian presa fácil, así que había que decidir rápidamente hacia donde tendrían que desplazarse después. Mientras tanto quiso decirle una cosa más a Sunn, el único sueño que tenía por ahora y tal vez hasta el día en el que muriera, era lo que siempre había querido hacer después de todo.

-¿Sabes Sunn?, me gustaría llegar a ver que más personas pudieran usar prótesis para moverse, que no solo las usáramos los encargados de proteger los muros de los titanes, si no los que están dentro de los muros también, por que he visto personas que no tienen un brazo o una pierna y no usan prótesis debido al alto costo de las mismas, espero llegue un día en el que estas cosas sean de fácil acceso para todos...- Observo por unos momentos su mano mecánica y abrió y cerro los dedos de la misma para luego volver a ver a Sunn y sonreirle de nuevo. Justo después escuchó unos gritos de reclamo y enojó en la parte baja del local, sonaban como a varios hombres enfurecidos, así que abrió sus ojos con sorpresa. ¡¿Seria acaso que aquellos malditos bastardos ya habían descubierto donde estaban ambos?!, tenían que moverse en definitiva, de lo contrario ese lugar seria el ultimo en el que pudiesen estar.