Distracciones y mas distracciones {Thomas Belleti}

Ese día había decidido ser un buen soldado. Le habían dado una misión que era simple y sencillamente el de patrullar por el distrito Yalkell ya que por alguna razón no había tanta vigilancia, se había apuntado rápidamente para aquella tarea ya que quería dar un buen ejemplo sobre la policía militar, sobre todo porque se había enterado (por algunas personas que hablaban demasiado) de que su hermana y su mejor amigo sobresalían en las misiones que les encomendaban de modo a que él también quería ser reconocido y se puso las pilas decidido a apuntarse a la primer misión que escuchase, y esa fue la de patrullaje por el distrito ya mencionado. Se anduvo durante un rato por allí merodeando sin ver realmente por donde iba, se aburría demasiado en recorrer las mismas calles una tras otra vez y quería hacer algo mas entretenido.

Pronto vio algo mucho mejor: tiendas y establecimientos de comida, no como en los locales de dentro del Muro Rose pero al final eran tiendas similares, algo mas refinadas pero para el mismo fin. Tenía hambre después de un par de vueltas por esa misma calle (a la que seguía frecuentando desde que captó su atención) así que decidió hacer una parada técnica para pedirse algo, ya regresaría al trabajo después de un ratito, después de todo nadie se dará cuenta ¿verdad? Quizás después de comer podría ir a por algunas golosinas, y tras eso buscar a alguien con quien andar de paseo... esperen, él estaba en horas de trabajo, aunque unas que otras desviaciones no matarán a nadie, ¿o no? Es el Muro Sina después de todo, nada malo podría pasar.

– Que aburrido. – Musitó un chico de cabellos claros para él mismo; caminaba por el distrito Yalkell sin ninguna motivación; volteaba derecha e izquierda si podría encontrarse con aquella panadería que tanto buscaba. Sus jefes (como él los llamaba) le habían encargado una tarea simple como cualquier otra: comprar pan para sus compañeros, ya que querían algo de comer y este ya se había acabado. Se lo habían pedido a Thomas porque él era el único que no tenía una tarea que hacer, hasta ahora.
A veces, no se podía contar con Thomas para nada; tenía una increíble memoria de pez y olvidaba todo lo que le decían que recordara. La mas mínima cosa que le dijeras a este chico, no lo recordaba; como si nunca se la hubieras dicho jamás. Si le dijeras tu nombre, lo olvidaba.

Pero sus compañeros no tenían otra alternativa; era el único que estaba disponible en ese momento; esperaban un milagro de este chico, aunque fuera solo una vez al año.

– Uh~ espero que no olvide el pan del jefe~ – Dijo para si mismo. Thomas era una persona muy distraída cuando nada importante sucedía, así que esto fácilmente podría escaparsele de las manos. Por eso, se prometió para sí mismo no ser tan distraído al menos por una semana; pero eso era casi imposible, al menos para él, claro.

El chico caminó por todas partes, sin rumbo alguno. Thomas paró la caminata y pensó por un momento; ¿dónde estaba la panadería? Se rascó la mejilla con su dedo índice y dejo que su mente se aclarase un poco… pero no sirvió de nada. Pensó una alternativa y decidió preguntarle a alguien sobre aquel puesto de pan.

Observó a la gente pasar de un lado a otro; todos se veían apresurados y no quería molestarlos. Se dio la vuelta, para ver a un chico más alto que él y vio el uniforme que llevaba puesto.

“Policía Militar…” – Pensó Thomas al ver aquel logo; tal vez él lo ayudaría, ¿cierto? Decidió acercársele a aquel chico y toco el hombro de aquel de la policía militar.

– Hum… lo siento, pero… ¿Sabes dónde hay una panadería? No la encuentro por ningún lado y creo que me he perdido… - Dijo Thomas apenado por preguntar, esperando respuesta.

OFF:

Ya había comido suficiente y se puso en marcha para continuar con sus rondas de vigilancia aunque aquello le diera pereza. No se separó mucho de la calle en la que andaba para cuando alguien le tocó el hombro, no ocupó voltearse ya que con su ojo de halcón pudo ver perfectamente al otro chico pero de todas formas lo encaró con una sonrisa.

-Dígame, compañero de la Legión.

Escuchó la duda de su compañero para luego alzar la vista al cielo y con una mano en el mentón, pensando o mas bien, recapitulando si había visto alguna panadería en todas sus vueltas. Si no la recordaba entonces ni vigilancia estaba haciendo, pero tenía la excusa perfecta: se aburría mucho, así de simple. Suspira ligeramente ante la expectativa de que realmente estaba haciendo el vago antes de trabajar, temía porque alguien lo viese y lo delatara ante sus superiores... ya se veía rezando por allí para salvar su pellejo, aunque bueno, eso sonaba divertido también. Si, que mas daba, a encontrar la panadería.

-Etto... si sé donde está pero soy algo pésimo dando instrucciones, pero ¡hey! Yo te puedo ayudar. Tengo un método para no andar dando vueltas y perdernos entre las calles, si quieres que te acompañe.

De momentos así era que estaba orgulloso de su vista, de ese modo no repetirían calles y darían mas rápido con el local en cuestión. Sonrió con buenos ánimos mientras se encaminaba por alguna calle cualsea para dar inicio a la búsqueda al tiempo que sujetaba a su acompañante del brazo; una distracción mas a su lista pero no le importaba, ayudaría a su compañero y después vería que mas hacer... ¡no! Después a volver a sus rondas de vigilancia, ¿verdad? Bueno, se divertirá de todos modos haciendo uno o lo otro o las dos cosas, estaba bien seguro de eso.


{Off: descuida~ bienvenido seas al tema, no te preocupes mas que por divertirse ;D}

Thomas era un chico algo tímido con las personas nuevas; con un mínimo toque se sentía nervioso y algo incómodo, no era una persona muy sociable con las personas. A veces, ni siquiera sabia que hablar con ellas, era como un novato en las charlas. Aunque a veces también le gustaba conocer más a las personas; ya que no le gusta estar solo.

Thomas esperó respuesta de aquél chico de la policía militar. No conocía mucho de la policía militar, solo escuchaba comentarios desagradables de ellos una que otra vez; oía que eran personas perezosas que solo quieren vivir dentro de los muros sin siquiera hacer algún esfuerzo. Thomas no le gustaba escuchar esos comentarios y prefería pensar que eran personas que se esforzaban mucho como para llegar a ser alguien en la policía militar.

Escuchó la respuesta del chico peli negro, Thomas se estresó un poco al escuchar que su supuesto ´salvador´ era pésimo dando instrucciones; a Belleti le sonó un poco a pretexto, pero no se dejo llevar por sus pensamientos negativos así que mejor acepto su propuesta.

– A-Ah, bien, por mi está bien… compañero…- Thomas sonrió ligeramente ante aquella palabra y caminó junto al chico. Sintió que su ‘salvador’ sujetaba su brazo, así que Thomas se tensó un poco; no estaba acostumbrado al tacto, pero se relajó un poco y también lo sujetó del brazo un poco, sin quitar la sonrisa.

– Y bueno… ¿Cuál es tu nombre? Digo, si puedo saber. – Preguntó Thomas un poco incómodo, no quitándose la sonrisa del rostro. La verdad, no creía que todos los de la policía militar fueran personas perezosas o cosas como esas.

Ensanchó su sonrisa en cuanto veía que su compañero entraba en confianza con él aunque fue un poco, bueno, ya era algo así que no tiene quejas al respecto. Anduvieron un par de pasos hasta que el chico a lado suyo le pregunta por su nombre, sin problema alguno respondió.

-Kazunari... Takao Kazunari, pero todos me dicen Kazu si usan mi nombre... Takao simplemente si no quieres complicarte.

Guiñó un ojo en tono de diversión, siempre es así con todo el mundo, entrando en confianza mas rápido de lo que los chicos de la legión matan un Titán y es que ir a la defensiva o ser desconfiado no iba con su personalidad "fiestera", es mas, cabía la posibilidad de contagiar al joven.

-Y ahora que estamos, ¿con quién tengo el gusto?

Se le quedó mirando un rato aún manteniendo su sonrisa para después continuar caminando sin mirar las calles, está seguro de lo que hace aunque es la primera vez que mira a otra parte y camina al mismo tiempo por lo que parecía que ponía a prueba su vista ya que no quería desatender a su compañero. Temerario que era, siempre hacía cosas de ese tipo para saber hasta donde llegaban sus habilidades y algunas veces termina lastimado por cosas ridículas pero era lo interesante de los experimentos, ¿no?

Dirigió su vista al frente y para en seco antes cruzar la calle, bien podría seguir de temerario pero no podía asegurarse de la aproximación del algún vehículo y prefería no arriesgarse, viendo con tranquilidad la calle.